martes, 24 de enero de 2012

Paseo por Asunción, Paraguay



De regreso a La Paz pasamos por Asunción, así que aprovechamos para visitar la capital de la República de Paraguay. La ciudad como tal tiene algo más de medio millón de habitantes, pero teniendo en cuenta otras ciudades adyacentes en la zona periférica se llega a los 2,3 millones (la denominada Gran Asunción). Desde la terminal de autobuses no fue difícil tomar un bus público hasta el centro, concretamente hasta la plaza de la democracia. Los autobuses paran en cualquier sitio, a petición del que quiere subir o bajar.


Ya en el centro me hice con un mapa de la ciudad en la recepción de un hotel (truco fácil para cuando no tengamos guía) y caminamos toda la mañana viendo el Panteón de los Héroes, Casa de la Independencia, el Cabildo, la Catedral Metropolitana de Asunción, la iglesia de la Encarnación, el Palacio López (palacio de gobierno) y el puerto (la ciudad está a orillas del río Paraguay). Además encontramos un mercadillo o zona de tiendas de recuerdos, así como algún centro comercial.


Curioso lo difícil que es encontrar un sitio donde conectarse a Internet (después de mucho preguntar encontramos uno). Ya que no se necesita demasiado tiempo para visitar la zona centro buscamos un restaurante de comida típica paraguaya para completar la visita. Y la verdad es que fue un acierto, pudimos probar platos típicos como la sopa paraguaya, la chastaca, el bife coyguá y alguna cosita más, como un licor local con el postre. Perfecto toque gastronómico para completar la visita. Ya con la panza llena bus público al aeropuerto para tomar vuelo a La Paz (y para discutir con los inútiles de Aerosur).

jueves, 19 de enero de 2012

Represa de Itaipú



Justo en la frontera entre Paraguay y Brasil y en el río Paraná se encuentra una de las consideradas maravillas del mundo moderno. Se trata de la represa de Itaipú, hasta hace poco la más grande del mundo por capacidad de generación instalada y superficie inundada por MW instalado, actualmente en cuanto a capacidad instalada es la segunda por detrás de la represa de las Tres Gargantas en China (22.400 MW).

Siempre me ha interesado mucho el tema energético, así que aprovechando que se encuentra a unos quince kilómetros de Foz de Iguazú me animé a visitarla. Desde donde estaba alojado simplemente tuve que tomar un autobús público que llega a la represa por el lado brasileño (2,65 reales). Tarda algo más de media hora y llega a la puerta misma de la represa. En la represa la gestión de las visitas turísticas está bastante bien organizada. La entrada normal (visita panorámica) cuesta 20 reales e incluye un video de unos 20 minutos y visita en autobús panorámico a los miradores y paseo por la parte inferior y superior de la represa (con guía y explicaciones).

El tiempo de la visita es de una hora y media aproximadamente. Algunos datos interesantes: la represa tiene instaladas 20 turbinas con una capacidad de generación de 700 MW cada una, por lo que la capacidad de generación total es de 14.000 MW. La gestión de la represa la realiza una empresa creada a medias entre el gobierno de Paraguay y el de Brasil, después de firmar el tratado de Itaipú en 1966. Se trata de Itaipú Binacional, una empresa pública que se rige según las normativas del tratado. Actualmente trabajan en ella 3.000 funcionarios, 1.500 de cada país firmante.

Asimismo la energía generada se reparte al 50% entre los dos países. Aún así Paraguay en la actualidad únicamente utiliza el 7% de la energía generada, y con eso abastece al 85% de las necesidades del país en cuanto a electricidad (es un país con algo menos de 7 millones de habitantes). El 43% restante de su parte la vende a Brasil a un precio preferencial (tal y como establece el acuerdo entre ellos). Por este motivo Brasil disfruta del 93% de la energía generada, con la cual abastece a algo menos del 25% de las necesidades del país (más de 200 millones de habitantes). Otro dato interesante, si Brasil tuviera que obtener la energía generada en Itaipú mediante termoeléctricas a aceite, sería necesario quemar 536.000 barriles de petróleo por día. Visita interesante y vuelta al hotel con autobús público otra vez.

sábado, 7 de enero de 2012

Cataratas del Iguazú (lado argentino)


El lado argentino abarca el 80% del total de saltos de agua de las cataratas del Iguazú. Es por ello que la visita se hace más larga, hay más rutas en el parque y más distancia que recorrer.

Aún así, y aunque algunos digan que se necesitan dos días para visitarlo, creo que con uno es suficiente, incluso haciendo alguna de las actividades. Desde Foz de Iguazú hay un autobús hasta la terminal de Puerto Iguazú (4 reales brasileños por persona o 8 pesos argentinos). Tarda una media hora y en la misma terminal argentina hay una oficina donde se compran los billetes de autobús al parque nacional (12 pesos argentinos ida y vuelta), además de cambiarte dinero por si no tienes moneda argentina para comprar la entrada al parque (no se puede pagar con tarjeta, sólo en efectivo). La entrada al parque nacional argentino cuesta 100 pesos o 70 pesos para países Mercosur (en ese momento y en el mismo parque 1€ = 5,1 pesos). El tema de estar a medias en una triple frontera (Paraguay, Brasil y Argentina) es un poco follón, sobretodo por el tema de los pasos de aduanas (sellos y más sellos en el pasaporte, y eso me estresa un poquito ya que solamente me quedan dos páginas libres) y por el tema de las divisas. 


Cuando estaba en el parque argentino en mi cartera habían seis monedas diferentes, euros, dólares americanos, pesos bolivianos, guaraníes paraguayos, reales brasileños y pesos argentinos. Además hay que ir con cuidado porque en algunos sitios no se puede pagar con tarjeta, de hecho me ha parecido que para ser uno de los lugares más turísticos del mundo hay algunos detalles que parece que pretendan poner obstáculos en vez de simplificar las cosas a los visitantes.


Nada más entrar al parque hay una cabaña donde comprar actividades extras, como el paseo en lancha rápida, en lancha lenta por el rio, etc. En vez de autobuses como en el parque brasileño aquí hay un trenecito que recorre gran parte del parque y tiene tres estaciones. La primera es la de la entrada, la segunda te deja en la zona para recorrer los paseos superior e inferior y para ir a la isla de San Martín y la tercera te deja en la pasarela que te lleva a la Garganta del Diablo. Los paseos superior e inferior recorren algunos saltos justo por encima y otros justo en la base, por lo que uno casi puede meter la cabeza debajo del agua.

La isla de San Martín, a la que se llega cruzando en barca, te acerca al espectacular salto de San Martín y te permite tener una vista lejana pero muy bonita del Cañón del Diablo. También se puede bañar uno en el rio, en una zona controlada que habilitan para ello. La última pasarela te lleva encima mismo de la Garganta del Diablo, donde está el salto más espectacular y el más alto con 80 m. de altura. Lo mejor del lado argentino par mi gusto es estar encima de la Garganta del Diablo, espectacular, y del lado brasileño la plasticidad de las vistas de las cataratas, mucho más fotogénicas. Próximos objetivos para intentar superar esto tendrán que ser el Salto del Ángel, Niágara o Cataratas Victoria... (¡y no sé si podrán!).

viernes, 6 de enero de 2012

Cataratas del Iguazú (lado brasileño)


Las Cataratas del Iguazú están consideradas como una de las siete maravillas naturales del mundo. Catalogadas como Patrimonio de la Humanidad, constan de 275 saltos de agua en el rio Iguazú, que a la vez en ese tramo es la frontera entre Brasil y Argentina (el 20% están en el lado brasileño, el resto en el argentino).

Así que aprovechando unas minivacaciones me fui a pasar el fin de año por allí, con la mejor compañía. Desde La Paz volamos a Asunción, Paraguay (una hora y media de vuelo), y desde ahí tomamos un bus directo a Foz de Iguazú, casi 6 horas de viaje por la noche para llegar esa ciudad de Brasil desde donde se pueden visitar las cataratas. Uno puede alojarse en Foz de Iguazú (Brasil) o en Puerto Iguazú (Argentina). La primera es una ciudad más grande y el segundo un pueblecito pequeño. En ambos casos no hay mucho que ver, así que yo recomendaría alojarse en función de si se quieren visitar otras cosas en los alrededores o seguir viajando hacia Brasil o hacia Argentina.

Por supuesto en Ciudad del Este, Paraguay (cruzando el puente de la amistad desde Foz de Iguazú), tampoco hay nada que ver, únicamente su gran área de compras, es como un gran bazar donde se puede comprar de todo, aunque la verdad es que no me llamó mucho la atención. Finalmente encontramos un hotel interesante en la Av. Jorge Schimmelpfeng justo donde empieza la Av. Das Cataratas de Foz de Iguazú. Muy buena zona donde alojarse ya que a parte de sitios para comer y cenar por esa misma calle pasan autobuses para ir a los parques nacionales (tanto para la parte brasileña como para la parte argentina) y para ir a las terminales de autobuses de Foz de Iguazú, de Puerto Iguazú o de Ciudad del Este.

Así que está en la zona centro de la ciudad y muy bien situado. La Av. Das Cataratas (que es la que llega al parque nacional de Brasil) está llena de hoteles, pero todos de categoría algo superior y bastante aislados (esa avenida es como una carretera hacia las afueras de la ciudad). La visita al parque brasileño se puede hacer en medio día (un poquito más yendo tranquilo). La entrada vale 40 reales (en este momento 1€ = 2,3 reales aprox.), 25 reales para países Mercosur. Desde Foz de Iguazú hay un autobús hasta la entrada del parque, que cuesta 2,65 reales.
 

En la entrada misma se pueden comprar varias actividades para hacer dentro del parque (o en los hoteles, algo más baratas, pero entonces no se pueden pagar con tarjeta de crédito). Nosotros hicimos el Macaco safari, una caminata por la selva más paseo en lancha rápida por el rio y empaparse debajo de alguno de los saltos. Bastante divertida la parte de la lancha. En el mismo embarcadero se pueden dejar las cosas en unos armarios con llave, previo pago de 5 reales. Las caminatas están bien marcadas en todo el parque, se tienen buenas vistas panorámicas del lado argentino de las cataratas y unas vistas preciosas de la Garganta del Diablo, quizá la parte más espectacular de las cataratas (es el salto más alto, de 80 metros).

El sol es abrasante en esta época del año, seguramente entre 30 y 40ºC de temperatura, por lo que continuamente iba buscando la sombra. Hay autobuses gratuitos para moverse dentro del parque. Se puede comer en el restaurante Puerto Canoas, que tiene un buffet de platos típicos brasileños muy interesante y con vistas al rio, donde además pudimos saborear una merecida Skol (buenísima cerveza local). Los precios de la comida no son tan caros como esperaba, al ser uno de los sitios más turísticos del mundo.


Incluso en Foz de Iguazú se puede comer una picanha a la piedra (típico plato de la gastronomía brasileña) para dos personas por entre 45 y 60 reales, ración de picanha bien grande y acompañada de farofa, mandioca, arroz, polenta y banana a la brasa y empanizada, ¡riquísimo plato!. Para fin de año la gente procura ir vestida completamente de blanco (yo no sabía eso así que iba bien oscuro), a las 00h aplauden, se felicitan y en algunos lugares hay fiesta y fuegos artificiales. ¡Obrigado!