domingo, 17 de julio de 2011

Trek al Campo Base del Everest (IV)

(El Everest en el centro)

Día 10: de Lobuche (4.910 msnm.) a GorakShep (5.180 msnm.) y Campo Base del Everest (5.364 msnm.)

Dil y yo salimos a las 7:30 hacia GorakShep. Ni rastro de Peter, ayer no llegó a Lobuche como estaba previsto. Llegamos a GorakShep (5.180 msnm.) en unas dos horas. Camino fácil pero con algunas subidas. A estas alturas del trek las piernas están bastante fuertes, así que las jornadas ya no se hacen nada duras (eso pienso en ese momento, pero aún queda alguna caminata donde me cansaré mucho...). El día parecía soleado pero se tapa otra vez, y nieva un poquito. Después de dejar las cosas en mi habitación del Buddha Lodge salimos hacia el Campo Base del Everest a las 9:50 de la mañana.

El cielo está tapado pero sólo a partir de cierta altura. A medio camino se empiezan a distinguir las tiendas amarillas del Campo Base, y el glaciar al lado. Voy bastante rápido y llego en una hora y diez minutos. Por fin he llegado al Campo Base del Everest (5.364 msnm.), la sensación es como de haber cumplido el objetivo. Este lugar no tiene vistas tan espectaculares como algunos otros del trek, pero se respira un ambiente único, aquí están ubicadas las expediciones que intentar llegar a la cima del Everest (también se puede escalar por la parte de Tibet).

Estoy algo más de una hora caminando por el Campo Base, veo la expedición patrocinada por Endesa e imagino que es la de Edurne Pasaban, que sé que en estos días está intentando hacer la cumbre del Everest sin oxígeno. Hablo con una chica que está en una de las tiendas y efectivamente, son ellos. Me cuenta que Edurne está ese día llegando al campo 4 y que al día siguiente por la mañana si todo va bien atacará la cumbre. Las vistas están tapadas a partir de cierta altitud, pero hay suficiente visibilidad para ver bien el Campo Base y el glaciar, que es lo importante en esta jornada. De hecho desde el Campo Base no hay vistas del Everest, sólo desde alguna parte del camino hacia éste.

Regreso a GorakShep en otra hora y poco, el camino está lleno de rebaños de yaks llevando todo tipo de carga. Curiosamente me encuentro a Peter en mi lodge, se perdió en el camino de Dzonglha a Lobuche y tuvo que volver al primero a dormir. Esa es una de las ventajas de llevar guía, la verdad es que llevando guía uno se despreocupa de investigar por dónde hay que ir a los sitios, de a qué hora hay que salir, de si necesitaré crampones o no, etc. Además como yo iba solo y con el tiempo algo justo no tenía ganas de arriesgar a perder algún día por algún imprevisto, a parte de tener buenas charlas con Dil (eso sí, hay que encontrar un guía experimentado y que hable buen ingés o español) y que me contara cosas interesantes que no se saben de otra forma. Como desventajas podría decir que si alguien quiere ir por libre no necesita para casi nada el guía, y además algunas veces se ponen algo pesaditos con el hecho de que vayas al alojamiento que ellos te dicen (yo tuve algún problema con mi guía en ese sentido, pero como no había contratado ni alojamiento ni comidas le hice entender que yo iba a dormir y a comer donde y cuando yo decidiera).



(En la cima del Kala Patthar, 5.550 m., con el Pumo Ri detrás, 7.161 m.)

Día 11: ascensión al Kala Patthar (5.550 msnm.) y de GorakShep a Dingboche (4.410 msnm.)

El Kala Patthar es una cima que está al lado de GorakShep, y desde donde se disfruta una de las vistas más cercanas al Everest. Así que me despierto muy pronto y a las 5 de la madrugada salgo hacia la cima con Peter.  Hace un viento helado, paso mucho frío. Además esta vez me noto muy cansado subiendo, creo que me va a costar. Al rato vemos una gran roca negra a nuestra derecha, el Everest. Está empezando a amanecer justo detrás de la montaña, así que los primeros rayos de luz parece que esten saliendo de detrás del Everest. Después de pasarlo bastante mal llego a la cima (5.550 msnm.).

Ya ha amanecido, y las vistas son espectaculares. Delante el Everest (8.848 msnm.) con el Lola delante y el Nuptse (7.861 msnm.) a su derecha. Muchas más cimas a derecha e izquierda, y justo detrás de nosotros, muy cerquita del Kala Patthar y haciendo que dé casi miedo girarse tenemos los 7.161 metros del Pumo Ri. Me quedo una hora disfrutando de las vistas, tengo un paisaje espectacular 360º alrededor de mi. Lástima que el sol está justo encima del Everest y no es fácil sacarle fotos. El día es inmejorable, soleado y despejado.


A esta hora Edurne Pasaban ya habrá hecho cima. Y... ¡sorpresa!... ahi mismo en la cima del Kala Patthar y tumbado en una roca tomando el sol está Daryl, el perro que encontramos en Gokyo y que ha ido siguiendo grupos de excursionistas hasta aquí, muy curioso la verdad... La sensación es brutal, como de haber cumplido con el objetivo planteado, y la de estar muy cerquita de la cima del mundo, en un paraje precioso.

A partir de ahora ya sí que todo será camino de vuelta. Bajo a GorakShep otra vez, llego a mi alojamiento a las 8:40 de la mañana. Desayuno y preparo mi mochila, tenemos una dura jornada de bajada hasta Dingboche. Salimos de GorakShep a las 9:30. El camino de bajada es precioso. Pasamos Lobuche y nos adentramos en un valle muy bonito. Escojemos ir hacia Dingboche en vez de quedarnos en Pheriche. Llegamos a Dingboche (4.410 msnm.) casi a las 13 del mediodía. La bajada ha sido dura, pienso en lo cansado que debe ser para la gente que nos cruzamos y que lo está haciendo de subida. Me como un Dhal Bhat (300 rp., los precios vuelven a bajar) y me voy a descansar. Desde la ventana de mi habitación tengo unas vistas preciosas.

domingo, 10 de julio de 2011

Trek al Campo Base del Everest (III)

(la roca negra en el centro de la foto es el Everest)
Día 7: descanso en Gokyo (caminata hasta el 5th Lake)

Toca día de descanso en Gokyo. Descanso relativo, porque me voy con Peter a visitar el 5th Lake. Mi guia, Dil, ha tenido diarreas toda la noche así que se va a quedar en el lodge descansando. Salimos hacia las 7:30 pasadas. Vamos caminando al lado del glaciar Ngozumba, el más grande de Nepal. está cubierto de arena y piedras, pero an algunos puntos está abierto y se ven las paredes de hielo que hay debajo y algunos pequeños lagos semihelados. Además de vez en cuando se escuchan piedras caer, tanto en algún lago como desde alguna cumbre cercana, lo que resulta bastante impresionante.

Llegamos al 4th Lake en una media hora o algo más (es el más bonito) y después de otra hora y media llegamos al 5th Lake. No tiene mucho de especial pero las vistas son bastante buenas. Según mi mapa creo que tenemos el Chakung a la izquierda (7.029 msnm.), pero no estamos seguros, incluso hay algún guía por allí que tampoco nos lo sabe decir (seguramente Dil sí que lo sabría...). Si no es ese podría ser algún seismil, que no tiene ni nombre en el mapa. Justo delante tenemos varios seismiles (como el Cholo, 6.089 msnm.) y algún cincomil. Estamos un buen rato contemplando el paisaje y nos volvemos a Gokyo, donde llegamos a las 12:30 del mediodía.


(la roca negra de la izquierda en la foto es el Everest)

Día 8: de Gokyo (4.790 msnm.) a Thangnag (4.700 msnm) y ascensión al Gokyo RI (5.360 msnm.)

Me despierta Dil a las 5 de la mañana ya que tengo la intención de subir al Gokyo RI, pero dice que él no viene (sigue con sus problemas de estómago). A Peter también le da pereza y se queda descansando. Se supone que desde la cima del Gokyo RI hay muy buenas vistas del Everest, siempre que el día esté despejado, y las mejores opciones de conseguir esto es subir al amanecer. Yo la verdad es que estoy algo harto de tanto descanso, me aburro mucho en los lodges por las tardes y duermo suficientes horas.


Así que me preparo y salgo para la cima. La subida es dura, pero me siento muy fuerte esa mañana. Así que voy bastante rápido y llego a la cima (5.360 msnm.) en una hora y media. Sigue nublado, y no tiene muy buena pinta. De todas formas el horizonte se despeja algo durante cinco minutos y puedo sacar algunas fotos espectaculares. Estoy bastante tiempo en la cima pero como no veo opciones de nada mejor me bajo otra vez a Gokyo a desayunar, esta vez tortilla de atún. De momento no hay rastro de ampollas en mis pies, y eso que alguien me aseguró que saldrían sí o sí (creo que he tenido suerte con las botas que me compré, son bastante cómodas y van a evitarme mucho sufrimiento...).

Descanso un rato en el salón (donde está la estufa encendida, que alimentan con excrementos de Yak secos), y salimos de Gokyo casi a las 11. Llegamos a Thangnag en dos horas. Por el camino hemos cruzado el glaciar, y nos alojamos en el hotel Khumbila. Aunque el alojamiento sigue costando lo mismo (compartimos Peter y yo habitación doble por 200 rp, 100 rp cada uno), la comida es más cara que en pueblos anteriores. Pago 600 rp. por un Dhal Bhat, y además sin verduras porqué no tienen, así que le pido que me pongan queso en substitución (menos mal que sí tenían patatas...).

Por la tarde empieza a nevar bastante, y aunque Dil dice que es normal no las tengo todas conmigo... Al día siguiente tenemos que cruzar el Cho La Pass, quizá la jornada más dura del trek según mucha gente, y si está nevando puede ser algo complicado. Incluso hay gente que lleva crampones por si acaso (además de ir super equipados). Yo no llevo nada, y Dil me consuela diciendo que no me preocupe, que todo está controlado. Esa noche ceno una lata de sardinas que me regaló Peter, con unos crackers, me sienta genial! a estas alturas se agradece comer algo que no sea arroz, pasta, patata...



Día 9: de Thangnag (4.700 msnm.) a Lobuche (4.910 msnm.) por el Cho La Pass (5.330 msnm.)

Despertamos a las 4:35 de la mañana. Está todo absolutamente nevado, me empieza a entrar el nerviosismo (no quiero quedarme atascado en ese pueblo, la verdad). Vamos a desayunar (hoy toca porridge ya que necesitaremos energías seguramente) y Dil sigue diciendo que no pasa nada. Salimos a las 5:30, hay otro grupo delante nuestro, pero les adelantamos rápido. Curiosamente el perro Daryl, al que conocimos en el lodge de Gokyo y que se alimenta de los restos de comida que dejan los excursionistas, está ahí, siguiendo al otro grupo. En algún momento parece que el cielo se está despejando por fin, pero no es así.

Se despeja el tiempo justo para sacar alguna foto del amanecer en las montañas que dejamos atrás, pero por delante se ve todo muy oscuro. Llegamos los primeros a una especie de cumbre... no se ve nada a partir de los 80 metros aproximadamente. Dil dice que continuemos, el otro grupo se queda parado detrás, evaluando la situación (incluso los porteadores parece que no quieren ir los primeros). Nosotros seguimos, pero en 10 minutos ya nos hemos perdido. Dil dice que si encuentra unas rocas se puede orientar, pero tardamos unos 15 minutos en encontrarlas, dando vueltas por el mismo sitio. Cuando las encontramos empezamos a subir, y también empieza a nevar otra vez.

La subida se hace durísima, pero no por el cansancio o porque el suelo esté totalmente tapado de nieve. De hecho al haber una buena capa de nieve virgen es mucho más fácil subir, ya que ni siquiera vamos mirando donde hay agujeros entre las rocas o no, la nieve virgen lo ha tapado todo y amortigua nuestro peso, podemos caminar sin mirar donde pisamos. De vez en cuando uno pisa y se hunde hasta la rodilla, pero bueno, es lo que hay. Me entra nieve en las botas, eso va a hacer todo más incómodo. Lo que peor llevo es el estado mental, estoy algo asustado por las consiciones, ya que en teoria es el paso más difícil y peligroso, y además está nevando.

De todas formas conseguimos llegar arriba lentamente, hemos tardado unas cuatro horas desde que salimos. El paisaje es otra vez espectacular (estamos a 5.330 msnm.), pero está bastante tapado así que no vemos el Everest en esta ocasión. Al rato de estar en la cima va llegando algún porteador, no sabemos nada del otro grupo, si habrán seguido o habrán dado marcha atrás. Los porteadores van silvando cada poco tiempo, haciéndose señales entre ellos para marcar el camino y como señal de que siguen bien. Empezamos a bajar, el paisaje nevado y helado es muy bonito, pero se hace difícil. Además tengo agua dentro de mis botas. Tardamos otras dos horas en llegar a Dzonglha (4.830 msnm.). Dil me dijo que no íbamos a quedarnos a dormir allí porqué el alojamiento es muy malo, así que la meta es Lobuche. Peter va cansadísimo y dice que para a comer algo. Yo no quiero parar, quiero llegar cuanto antes a Lobuche para secar mi calzado, y sigo con Dil. Peter dice que saldrá en media hora y nos veremos en Lobuche. Sigo con Dil bastante rápido, vamos cansadísimos pero parece que una fuerza externa nos arrastra, los dos tenemos unas ganas infinitas de llegar al destino.

Tardamos otras dos horas en llegar a Lobuche (4.910 msnm.), en total hemos caminado ocho horas, y en unas condiciones nada cómodas, estoy rebentado. No me ha parecido nada fácil el camino final, quiero decir que parecía bastante sencillo perderse... Y Peter no llega a Lobuche esa noche. Evidentemente días después sabré que se perdió intentando llegar a Lobuche, y tuvo que regresar a Dzonglha a dormir. En esta ocasión me ha servido de mucho llevar guía...

sábado, 2 de julio de 2011

Trek al Campo Base del Everest (II)

Día 4: de Namche Bazzar (3.440 msnm.) a Thame (3.800 msnm.)

Después de la parada en Namche Bazzar salimos hacia Thame. Peter (el noruego) se viene con Dil y conmigo. Salimos hacia las 7:25 de la mañana. El camino es bastante bonito, árboles en flor, un rio y los ya habituales picos de más de 6.000 m. que van apareciendo de cualquier sitio. Pasamos por Thamo y llegamos a Thame a las 10:30 (poco más de tres horas caminando). Otra jornada ligerita y agradable. Nos alojamos en el Thame View Lodge (100 rp., es decir, 1€ por persona y noche), donde me doy otra ducha fría increible aprovechando que al mediodía el sol da directamente a la cabina donde está la ducha y a la tubería por donde llega el agua. Almuerzo un Dhal Bhat buenísimo por 350 rp., seguramente el mejor hasta el momento. Hace ya algún día que aprendí (mi guía me explicó mejor dicho) que si uno pide Dhal Bhat puede pedir que le rellenen el plato al acabar, en principio más de una vez si se quiere. En Thame repetí dos veces de Dhal (y una vez de arroz y verduras al curry), de lo bueno que estaba.

Después de almorzar me acerqué con Peter a visitar el monasterio de Thame, a unos 25 minutos caminando y en la loma de una montaña. Muy interesante como todos los monasterios budistas de las montañas, los monjes enseguida nos vieron y nos enseñaron la sala de oraciones, llena de reliquias y adornos. Además el monasterio está ubicado en un lugar con unas vistas espectaculares al valle y a las montañas del oeste. De hecho en ese momento estamos rodeados de siete seismiles. La verdad es que el valle de Thame es precioso, tengo que decir que vale la pena llegar a este pueblecito para pasar algunos días de tranquilidad.


Día 5: de Thame (3.800 msnm.) a Lungdhen (4.360 msnm.)

Después de desayunar un porridge (aunque no es mi desayuno preferido ni mucho menos se va a convertir en el más habitual, por el gran aporte de energía y el bajo precio que tiene comparado con otras opciones) salimos de Thame a las 7:45 de la mañana. Vamos dejando atrás un amanecer espectacular en las montañas del valle de Thame, y después de otras tres horas caminando con un día soleado muy bueno llegamos a Lungdhen, un pueblecito de cuatro casas donde no llega casi nadie (solamente los que se atreven a hacer el Renjo Pass). Curisamente encontramos a un americano, y digo curiosamente porqué a lo largo del trek me iba a encontrar bastantes, cuando normalmente los americanos no son gente demasiado viajera (pero les debe gustar Nepal como destino). El alojamiento es muy sencillo y evidentemente aquí no habrá ducha, ni fría ni caliente.

Tengo que decir que desde mi última ducha fría en Thame iba a estar ocho días sin ducharme otra vez (higiene mínima, dientes, cara, manos y algún otro detalle de vez en cuando y cuando las condiciones lo permitían)... Eso a la vez de que en total iba a estar once días con la misma ropa (no toda, pero casi)... Ese es el precio de llevar poco equipaje (aunque llegaré al final del trek con algo de ropa limpia sobrante) y de adaptarse al medio, ya que es bastante habitual hacer el trek de esta manera (no hay muchas opciones de una ducha decente, así que a veces no vale la pena ni intentarlo; mucha gente lo hace así, o parecido). Y la verdad... os puedo asegurar que llevar la misma ropa durante once días es lo mismo que hacerlo durante tres... a partir del segundo día (y evidentemente sudábamos bastante cada día) ya no importa nada ni a uno mismo ni a los demás (creo que ni en mi viaje de vuelta al mundo había estado más de dos o tres días seguidos sin una ducha, por lo que he conseguido poner otra vez al límite a mi cuerpo y mente en ese sentido; no creo que haga falta repetirlo más, ya lo he probado...).

¿Cuánto puede costar hacer el Everest? Pues bien, para empezar el permiso de grupo está en 50.000$ (grupo de máximo 7-10 personas). Un buen sherpa puede costar unos 10.000$, además de eso hay que sumar el costo de todo el equipo y los porteadores para subirlo (los porteadores están a 10$/día). Y normalmente el que hace cima vuelve a Lukla o a Kathmandú en helicóptero, que va a 2.500$/hora. Hay que tener en cuenta que las expediciones pueden estar de uno a dos meses en el campo base aclimatándose y haciendo excursiones de ida y vuelta a los campos dos, tres y cuatro, antes de atacar la cima. Así que el tema no sale del todo barato. De hecho para hacer cualquier cima en Nepal que no sean los típicos cincomiles o algún seismil facilito que hace cualquiera, hay que pagar un permiso especial, que normalmente serán unos pocos miles de dólares.



Día 6: de Lungdhen (4.360 msnm.) a Gokyo (4.790 msnm.) por el Renjo Pass (5.360 msnm.)

Esta va a ser una de las jornadas más duras del trek, pero a la vez quizá la mejor de todas. Salimos de Lungdhen a las 5:15 de la mañana. Tal y como me indica Dil me pongo los pantalones goretex y el pantalón de pijama debajo. Además chaqueta de plumas y guantes. A los 45 minutos de marcha ya me sobraba la chaqueta, y me la quité. Amanecer precioso a nuestra espalda. La subida es dura, pero con esas vistas a la espalda uno no piensa en nada más (aún así y debido a que tengo algunos temas en que pensar mi cabeza va a mil revoluciones todos los días, quizá eso me ayudó a que no se me hiciera demasiado duro el trek en general...). Me adelanto a Dil y a Peter, en muchas jornadas tendré que pedirle a Dil de ir algo más rápido (y algunas veces me miró con cara de... "vete a la m..."), ya qué todos los que me conocen saben que nunca me gustó caminar despacio, sobretodo en los tramos donde no hay nada que ver. Tampoco paro demasiado a descansar, lo justo para beber algo de agua y comer algún chocolate o fruto seco.

Tenemos un día espectacular, clareado y soleado. Incluso Dil (que tiene más de diez años de experiencia como guía de treks) se para continuamente a sacar fotos, y nos dice que vamos a ser muy afortunados. Y realmente lo somos, después de cuatro horas y cuarto subiendo (es decir a las 9:30) llegamos a la cima del Renjo Pass, a 5.360 msnm. y nos asomamos al otro lado... ¡¡Wooooooowwww!! ¡¡Menudas vistas!! ¡¡Menudo paisaje tenemos delante de nuestras narices!! Seguramente de los mejores (no me atrevo a decir el mejor pero...) que he tenido en mi vida. Para empezar justo delante tenemos cuatro ochomiles: por supuesto la majestuosa roca negra que es el Everest (8.848 msnm.), a su derecha el Lhotse (8.516 msnm.), más a la derecha todavía el Makalu (8.463 msnm.) y en la esquina izquierda tenemos el Cho Oyu (8.201 msnm.). Es decir, de izquierda a derecha tenemos la sexta, la primera, la cuarta y la quinta cimas más altas del mundo (sobre el nivel del mar).

Además de eso tenemos algún sietemil (como el Pumo Ri, 7.161 msnm.), aunque ya no les pretamos tanta atención, y unas cimas espectaculares justo a nuestra derecha, muy cerquita. En la parte de detrás el paisaje también espectacular que hemos tenido durante todo la subida a nuestras espaldas. Todo esto mezclado con las banderitas de colores típicas budistas que hay en la cima del paso hace que el paisaje y el momento sean muy especiales. No hemos notado ningún problema con la altura, así que nos quedamos en la cima casi una hora contemplando esa maravilla. Hemos llegado en el momento correcto, porque a los 45 minutos de estar en la cima empiezan a aparecer algunas nubes en el horizonte que medio tapan el Everest (al hombre americano que encontramos en Lungdhen le costó bastante subir el Renjo Pass, y llegó cuando ya estaba la cima tapada, lo que demuestra lo importante que es saber a qué hora hay que salir de cada pueblo para aprovechar al máximo las condiciones meteorológicas y de visibilidad; en ese sentido llevar un buen guía es una ventaja).

La bajada hasta Gokyo se hace algo difícil, ya que hay hielo y nieve, incluso en algún momento perdemos el sendero y nos metemos demasiado en zonas heladas. Tardamos otra hora y media en llegar (en total habremos caminado ese día casi seis horas), pasando por la orilla del Dudh Pokhari (el lago en cuya orilla está Gokyo, con un color de agua precioso), y con las increibles vistas del Everest y demás colegas en el fondo, medio tapados por algunas nubes. Llegamos algo cansados, así que toca comerse un Dhal Bhat y a dormir un rato. Por la noche charla con Dil y a dormir prontito. El alojamiento sigue estando a 100 rp. por persona y el Dhal Bhat a subido a 400 rp. De momento puedo decir que valió la pena cambiar el itinerario inicial y haber hecho el Renjo Pass. Por muy duro que sea ha resultado espectacular.