La provincia de Sichuan es otra de las destacables en China, por la cantidad de cosas interesantes que hay para ver por allí. Aún así no estuvimos demasiado en ella, ya que cambiamos el plan previsto sobre la marcha. Una vez descartado el ir a Tibet (por varios motivos, además de que vimos que bien vale la pena organizar un viaje de veinte o treinte días para visitar expresamente Tibet y una parte de la Ruta de la Seda, así que lo dejamos pendiente para otra ocasión) intentamos de todas formas adentrarnos en la zona pretibetana por el noroeste de Sichuan.
Así desde Chengdu (lo mejor de Chengdu fue ir a comer a Yongfa Elder Sweet Dumplings and Noodle House, los mejores dumplings que he comido nunca!) fuimos a Kangding, pequeña ciudad en la carretera que va a Lhasa donde pude renovar mi visado (160 y., me lo hicieron en el mismo día y válido por otros treinta días a contar desde la fecha de extensión) y donde pudimos visitar una lamasería en donde los monjes budistas nos invitaron a comer con ellos otra vez (en este caso estaban más pendientes de mirar la tele que de otra cosa, pero la experiencia fue muy curiosa). Para que os hagáis una pequeña idea de la poca información que maneja parte de la juventud China, en el hostel conocimos a unos cuantos chicos chinos que iban en bicicleta desde Chengdu a Lhasa (es bastante típico por lo que parece...). Cuando le expliqué a uno de ellos que a mi me hubiera gustado ir a Lhasa pero que lo descarté por las dificultades para ir allí me dijo "pero si no es nada difícil!", a lo que le respondo "para nosotros sí, a parte de un permiso que tarda cinco días en llegar tenemos que ir con un grupo de turistas y contratar un guía!". El chico se rie y me contesta "no necesitas guía hombre, es muy fácil ir a Lhasa, sigues la única carretera que hay y llegas" (y se vuelve a reir)... Santa inocencia! No tienen ni idea de las dificultades que nos ponen para ir al Tibet... además de que nos cuesta algo caro (en proporción a los precios del resto de China) y sólo podemos ir a Lhasa y alrededores cercanos (para moverse más se necesita un permiso militar). Cuando se lo explicas y lo entienden se sienten algo mal, te piden disculpas y te dicen que no entienden porqué eso es así...
De Kangding fuimos a Tagong y... qué gran acierto! El trayecto para llegar al pueblo en sí es espectacular, horizontes montañosos con algún pico de más de 7.000 m. y preciosas praderas verdes alrededor de la carretera (más bien camino de cabras) llenas de rebaños de Yaks y asentamientos de nómadas tibetanos que los vigilan. Tagong es un pueblo increíble, ambiente puramente tibetano y cierto toque a lo Mad Max, la sensación es la de estar en un sitio perdidísimo y parece que el pueblo esté medio abandonado (pero no es así). De vez en cuando pasa por la carretera desierta un local (rasgos tibetanos, piel morena, cabello largo moreno y vestimentas típicas) conduciendo una moto, con un estilo algo curioso, y a veces llevando a algún monje budista de paquete... Os aseguro que la estampa es bastante alucinante. La gente local estaba en lo alto de una colina cercana al pueblo adornándola con las típicas banderitas de colores tibetanas, según nos pareció a la vista de un festival de caballos próximo. Nos acercamos y fue genial!, unas vistas preciosas y además nos estuvimos haciendo fotos con ellos (a petición suya esta vez).
El plan era seguir hacia el norte para casi llegar a la frontera con Tibet y después seguir hacia Beijing vía Xining, pero el gobierno chino pone todas las dificultades posibles para que los extranjeros no se adentren en la zona pretibetana. Así cuando vas a comprar un billete de autobús a depende de qué sitios te dicen que no les está permitido vendértelo porque eres extranjero, y además el roaming internacional está inhabilitado en la zona. Aún así se puede continuar a base de contratar taxis privados, pero evidentemente sale mucho más caro y el problema principal en nuestro caso era no saber exactamente cuántos días tardaríamos en llegar a Xining (puede surgir cualquier contratiempo en este tipo de trayectos). Teniendo en cuenta que China es tan grande y si no ves una cosa ves otra (igual de espectacular) y que ya habíamos decidido que habrá un próximo viaje dedicado a Tibet, pre-Tibet y Ruta de la Seda decidimos volver a atrás e ir a Beijing vía Xi'an y Pingyao.
Xi'an no decepcionó, es una ciudad con una parte central muy bonita, sobretodo el barrio musulmán (donde probar especialidades locales buenísimas) y las murallas... El ejército de soldados de Terracota es asimismo impresionante, pero más que nada por pensar que tiene más de 2.000 años, almenos a mi no me sorprendió tanto visualmente. Y Pingyao es uno de los pueblos tradicionales que sobrevive al paso del tiempo sin necesidad de renovaciones masivas como en otros casos.
Algunos os preguntaréis si los chinos hablan inglés... Pues no demasiado, pero en contra de lo que otros viajeros me habían contado no tuve demasiadas complicacions a la hora de comunicarme. Ya sea porque se te acerca algún chic@ universitario (la mayoría estudian inglés en la universidad) a ayudarte (recuerdo a George en la estación de tren de Huaihua o a Nancy y Peng Xiang Li, dos chicas majísimas que estuvieros con nosotros toda la noche en la estación de tren de Chengdu - en la calle - y nos ayudaron a preguntar por el billete y finalmente a comprar un billete de autobús a Xi'an), ya sea por gestos (una sonrisa en la cara siempre ayuda) o ya sea por el poco chino que aprendí y que me fue bastante útil (algunas frases básicas y los números, super útiles, a veces podía llevar una negociación entera en chino, o lo que sería más útil incluso, hacerse el tonto al principio y bajar el precio en inglés o por gestos y entonces empezar a hablar algo en chino, a lo que el vendedor se queda blanco, como pensando "a este no le saco de más", te sonríe y normalmente consigues el precio mínimo...). A los que estéis interesados os puedo dar bastantes consejos en cuanto a negociación de precios en Asia... Después de siete meses negociando para casi todo me siento bastante experto en el tema, incluso capaz de ir al Corte Inglés y conseguir un descuento!