lunes, 24 de agosto de 2009

Sudoeste de China; provincia de Yunnan

Si tuviera que escoger una ciudad para vivir en China, Kunming, capital de la provincia de Yunnan, sería una de las candidatas. Tranquila, con una temperatura ideal (ni frío ni calor) y de las más baratas. Me alojé en Kunming Cloudland Hostel (30 y.), uno de los mejores hostels en el que he estado hasta ahora, esperando a Edgar que llegó según lo previsto (y me trajo un sobre de jamón serrano!). Allí me despedí de Jeff (que sigue su ruta hacia Nepal) después de unos dos meses viajando juntos y Edgar y yo planeamos nuestra ruta hacia el oeste, hacia la frontera con Tibet.

En las ciudades chinas se mezclan templos (budistas, taoistas, etc.), parques, jardines y construcciones al estilo tradicional chino con infrestructuras similares a las de cualquier otra ciudad de un país desarrollado: grandes avenidas, edificios y rascacielos, centros comerciales, red de autobuses públicos y metro, etc... Una cosa que me llamó mucho la atención son los ciclomotores, muchos, muchísimos, pero casi todos eléctricos. Sí, como lo digo, y no hacen nada de ruido (van a una velocidad máxima de unos 20 o 30 km/h). Eso sumado a que los coches circulan bastante lentos (comparado a lo que estamos acostumbrados nosotros) da una sensación de tranquilidad sorprendente ya que la contaminación acústica es mínima, incluso en calles con abundante tráfico de vehículos.

Empezamos nuestra ruta por Dali (la parte antigua del pueblo es bonita, así como el lago y las montañas cercanas) y después Lijiang (ciudad con una parte antigua preciosa, aunque abarrotada de turismo chino y en donde nunca sabes muy bien qué partes son realmente auténticas o cuáles han sido reconstruidas desde el punto de vista turístico, que en esto los chinos son muy pero que muy buenos...). Vale la pena alquilar una bici y visitar un par de monasterios cercanos y llegar hasta el pueblo de Baisha (fue curioso hablar con un artesano que escribía en Naxi, el lenguaje de una de las minorías étnicas de la zona). Por cierto se me ha roto la cámara de fotos! Un golpe en la pantalla y el LCD roto, asi que las fotos son de Edgar hasta Beijing (alguna quizá mía con su cámara) , donde conseguiré arreglarla.

Después de Lijiang vamos en bus hasta Jane's Guesthouse, donde empezaremos un trekking de dos días por la Garganta del Salto del Tigre (Tiger Leaping Gorge). Dejamos el equipaje y cogemos lo justo para poder pasar una noche por el camino. Espectacular! Se trata de un cañón impresionante, con su río al fondo flanqueado por paredes montañosas a los dos lados. Una, por donde transcurre el camino por el que andamos, a unos 2.500 m. de altitud y con GuestHouses cada hora y media aproximadamente, y la otra, la que tenemos delante para nuestro deleite visual es una pared casi vertical con picos de más de 5.000 m. (como la Montaña Nevada, creo que llega a los 5.500 m.). En el camino conocemos a mucha gente, americanos, un brasileño, una alemana, un noruego con sus padres (que me volveré a encontrar en Chengdu y al que me acabo de encontrar dos meses más tarde en Melbourne, Australia... qué pequeño es el mundo) y a Wendy (una chica china) y a Jack y sus amigos (otro grupo de chicos y chicas chinos), con los que pasaremos gran parte del trekking (casi todos hablan algo de inglés). Para acabar de adobar la foto caen cuatro gotas y sale un arco iris precioso justo delante del pico de 5.500 m., creo que es una de las estampas naturales más bonitas e impresionantes que he visto hasta ahora. Paramos a dormir en Half Way GuestHouse (25 y.) y cenamos con nuestros amigos y amigas chinas, una cena típica del sur de China (casi todos los días comen y cenan lo mismo...): cada uno con su bol de arroz blanco y unos platos en medio de la mesa con verduras y carne cocinada con salsa de soja y espécies, para compartir. Se va picando de los platos del centro y se mezcla con el arroz a gusto de cada uno. Tampoco falta el típico bol de sopa (de verduras casi siempre) que cada uno se sirve en el mismo bol usado para el arroz. Ya después de la cena notamos que Jack está algo nerviso... está deseando que los demás se vayan a dormir para hablar con nosotros de deportes! Sabe montones de cosas relacionadas con deportistas españoles, que si los jugadores del Barça, que si Fernando Alonso, que si Pau Gasol... Graciosísimo! Al día siguiente llegamos a Tina's GH desde donde se baja a la roca del Tiger Leaping. Desde luego una excursión recomendadísima!



Nuestra última visita en Yunnan será Shangri-La (en realidad Zhongdian, pero los chinos han conseguido que se la identifique como Shangri-La, el valle ficticio en el Himalaya descrito en la novela Lost Horizon, de James Hilton). Ambiente tibetano y un monasterio (o lamasería) que nos da una idea de lo que se puede encontrar en Lhasa. Mientras estamos visitando una de las capillas más alejadas (con Javier, un vitoriano que vive en Austria desde hace tiempo, y una chica americana-dominicana) unos monjes budistas nos hacen señas desde la habitación-cocina donde estan para que entremos a comer con ellos (no hay nadie más en esa parte del monasterio). Y por supuesto aceptamos la invitación, no se presentan oportunidades como esta cada día. Además Javier y la chica americana hablan un poco de chino... Al final resulta una de esas experiencias atípicas que hacen inolvidable la visita.

4 comentarios:

  1. Va trascendir què opinava el tal Jack del flamant fitxatge de Chygrynskiy?

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  2. Quina enveja titu!
    Per cert, què tal la sensació de portar tan de temps tant lluny de casa?
    Una abraçada!

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  3. Doncs la veritat es que es estrany, pq al mateix temps tinc ganes ja de tornar pero tambe de veure tot el que em queda...

    Records!

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