miércoles, 20 de mayo de 2009

Phom Penh y la Khmer Rouge

De camino a Phom Penh, la capital de Camboya, paramos en Skun unos 15 minutos. Nada mas bajar del autobús te rodean un montón de chicas con arañas vivas corriendo por sus cuellos (estilo tarántulas!). Así que te fijas un poco más y ves que venden arañas, cucarachas y saltamontes fritos... Siempre dije que probaría estas cosas pero reconozco que no me he atrevido todavía.

La gran ciudad... la verdad es que no tiene muchas atracciones turísticas, pero tiene todo lo que a mi me está gustando de las ciudades asiáticas! Gente por todos sitios, restaurants locales llenos de gente local, carritos vendiendo de todo por la calles, mercados con un ajetreo increíble, tuctucs, motos y cyclos por todos sitios, mucho tráfico y movimiento, olores, suciedad, colores, niños saludándote continuamente... en definitiva, vida, la vida diaria de las ciudades asiáticas que a muchos agobia pero que a mi me encanta (almenos como visitante, aunque me quedaría a vivir una temporada supongo que al final cansa como todo).

En Phom Penh hay montones de restaurantes... Desde que salí de Barcelona creo que he entrado unas cuatro o cinco veces a un restaurante a comer platos estilo "occidental" (y dos o tres veces ha sido en McDonalds). Siempre como en restaurantes locales o en chiringuitos en la calle. Porqué? Pues porque comiendo como la gente local es como más fácilmente entiendes cómo viven y te permite tener un contacto más cercano con ellos. Me encanta cuando entro por alguna callejuela (donde soy el único turista) llena de chiringuitos donde sirven comidas, con sus ollas humeantes, sus pollos o patos asados colgando de ganchos, sus sillas y mesas de plástico llenas de potes y frascos de salsas de chili o de soja (las uso todas!) y sus mujeres cocinando noddles o arroz frito... la mayoría de las veces se te quedan mirando intrigadas y te sonríen, parece que esten pensando: "qué hace este por aquí, estará perdido? seguro que no come aquí...". Cuando te acercas y preguntas se ponen nerviosas y comentan la situación riendo con todo el que está cerca. Cuando consigues saber los precios y pides algo todo el mundo se moviliza, hijas, sobrinas, etc. (normalmente los negocios son familiares, es decir, trabaja toda la familia en él, y aunque no trabajen estan revoloteando por allí). Todo el mundo te mira y te sonrie, incluso cuando estas comiendo se te quedan mirando como si fueras un bicho raro. La comida en algunos sitios es buenísima y en otros algo básica (no hace falta que comente que el que sea ligeramente sensible a la falta de higiene que no lo intente), pero el espectáculo que se divisa sentado en la calle no lo tienes desde dentro de ningún restaurante. A veces pasa alguna vendedora de fruta o de cualquier otra cosa y la cocinera le dice riendo: "Mira! le he dado de comer a un turista!" (almenos es lo que yo deduzco, claro), y la otra me mira, también se rie y me señala su fruta por si quiero algo. Cuando me levanto y pago siempre me dicen (en un inglés básico o por gestos): "Mañana otra vez, eh?". Todo ello es lo que me hace repetir día tras día aunque siempre acabe comiendo alguna modalidad de noddles o arroz con algo o noddles soup. Así es como veo comer a los conductores de tuctuc o de autobús, o a las empleadas de alguna tienda, incluso alguna vez se me acerca alguien orgulloso de poder hablar conmigo en inglés (aunque sólo sepa un par de frases) y reirse un rato antes de volver al trabajo. Evidentemente el bolsillo también lo agradece ya que es siempre la opción más económica (ya tendré tiempo cuando baje a Australia para comer diferente).

Los mercados locales son otro sitio idóneo para disfrutar de la vida local. En Phom Penh concretamente me recorrí varias veces el Central Market y el Psar O Russei Market. Las tiendas estan agrupadas (y sin dejar ni un metro cuadrado libre) según lo que venden, hay la zona de ropa, de souvenirs, de bolsos y mochilas, de fruta (siempre agradable a la vista), de bisutería, de carnes (algunos puestos algo asquerosillos y siempre llenos de moscas), de pescados (pescado fresco o seco y ahumado; si el olor a pescado fresco ya es fuerte el del ahumado domina toda la zona...), de espécies (montones de sacos con espécies de todos los colores y olores entremezclados), y algunas zonas donde venden frutos secos y frascos extraños que aún no sé muy bien qué contienen. También es un buen sitio para comer algo; incluso venden guías Lonely Planet falsas! (copias casi profesionales, encuadernación igual a la original y fotocopias en color en el interior), con lo que después de una dura negociación salgo de allí con la guía de China (7 USD).

Aprovecho para visitar el museo de Tuol Sleng, una escuela que fue convertida en 1975 en una prisión de seguridad (S-21) por la Khmer Rouge. Se conoce como Khmer Rouge al movimiento que lideró Pol Pot y que intentó instaurar a lo bruto un régimen comunista en Camboya. Después de ganar la guerra civil al partido de Sihanouk la Khmer Rouge intentó eliminar cualquier vestigio del capitalismo en el país. Esto supuso la aniquilación de todo el que hubiera tenido contacto con el gobierno anterior, con algo de educación, con cualquier tema cultural, etc. Unos dos millones de camboyanos, casi el 25% de la población de entonces, fueron asesinados brutalmente. El infierno de Pol Pot duró hasta 1979, cuando Vietnam ocupó Camboya debilitando definitivamente a la Khmer Rouge. Aunque Pol Pot murió ya hace unos años todavía no se ha juzgado a ningún responsable de la masacre. Por aquí nadie habla del tema, y por supuesto tampoco he intentado preguntar (todo es demasiado reciente). Es escalofriante pasearse por los pasillos y celdas de Tuol Sleng, todavía con los camastros de hierro donde los prisioneros vivían encadenados. Hay montones de fotos documentando lo sucedido así como explicaciones que permiten entender lo que pasó en el país.

Al final estuve en Phom Penh algo más de una semana (en dos veces), ya que aproveché para pedir el visado de Vietnam (35 USD, a recoger el mismo día e indicando el día que se va a entrar al país; así aunque entres más tarde los 30 días ya estan contando desde esa fecha) y el de China (30 USD, a recoger en cuatro días hábiles, tres meses de validez con una estancia máxima en el país de 30 días, teóricamente renovable desde el interior).

3 comentarios:

  1. Bona tarda:

    Jordi, existeix alguna raó lògica que faci que jo pugui entendre perquè en aquest notable text es fa servir el mot anglès noodle per a referir-se als fideus? Vull dir que, podent dir-ne fideus (o fideos, perquè el text és en castellà) t’hi refereixes com a noodles. Oh!! I no només una vegada, sinó tres o quatre.

    Perquè, igual algú podria pensar que estic buscant-li tres peus al gat (i certa raó tindrà) i que el plat n’hi diuen així en la zona per on el nostre estimat Jordi es mou però, que jo sàpiga a Cambodja tenen el seu propi idioma. “Cony, clar, però amb ell parlen en anglès!!!” pensarà algú; d’acord, però seguint aquesta lògica tot el text hauria de ser en anglès, doncs la totalitat del mateix es refereix a coses que li han passat per aquestes contrades....o, com a mínim, hauria de seguir un patró lògic: per exemple, que es denominés a tot el menjar en la llengua de Shakespeare. Però no és el cas, no es parla pas de rice, ni de fish, ni de chiken, etc.

    En fi, ja em diràs el què. Fins ara podia entendre l’ús d’anglicismes per a denominar certes activitats. I és que, no ens enganyem amics, la frase “estuve/estuvimos haciendo snorkel” sona molt més interessant i suggerent que “estuvimos mirando pezacos con unas putas gafas de submarinista y una miera tubo para respirar, kit que parecía sacado de una tienda de souvenirs horteras de Lloret de Mar”. O “hicimos trekking” sona molt millor que dir simplement “nos fuimos de excursión”. Però això dels noodles la veritat és que em deixa bastant descol•locat. Si algun dia tens temps i ganes, ja m’ho explicaràs:

    Salut i rock’n’roll,
    Ricard.

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  2. A Espanya per "fideus" s'enten sobretot els curts que es posen a la sopa, i aqui no n'hi han d'aquests. Aixi que prefereixo utilitzar noddles per evitar confussions (a mi els fideus d'alla no m'agraden, en canvi els noddles de per aqui si).

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  3. Nanoooo, jo vaig probar els xapulines a Oaxaca (Mèxic), que són les llagostetes de muntanya. Gust fortot, olor a cucaratxa. Un grapadet a la boca, quasi trallo!!! Ara et toca a tu!!!! Dedican-s'ho.

    És el millor que pots fer, barrejar-te amb els locals, i entrar als seus llocs, anar pels seus carrerons, i evitar, en la mesura de lo possible i lo lògic, les afluències d'occidentals amb presses perquè tenim pocs dies de vacances...buaaaaaaa

    Com mola el viatget que t'estàs fotent!!!

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