miércoles, 18 de febrero de 2009

De la religión Sikh al Budismo

En Varanasi cogimos el tren a Amritsar, al norte de Delhi. 24 horas de viaje, aunque no se me hizo demasiado largo. En Amritsar no teníamos alojamiento reservado, pero nos habían dicho que dentro del recinto del Golden Temple se podia dormir muy barato. Así que fuimos hacia allí en un autobús gratis que hay entre la estación de tren y el templo.


El Golden Temple es como la Meca de la religión Sikh (en India cohabitan siete religiones). Fue creada hace unos 400 o 500 años y se basa en la creencia de que sólo existe un Dios (es igual como se le llame) y que todos los seres humanos son iguales ante sus ojos. Por este motivo dentro del Golden Temple tienen una especie de Guest House donde todos los peregrinos pueden dormir gratis (pero como siempre está lleno hay gente durmiendo por todos los rincones). Lo bueno es que hay una pequeña puerta escondida que es el Guest House para extranjeros, con unas 20 camas (más bien tablones de madera) con colcha, agua caliente todo el día e incluso una lavadora (la primera que he visto en la India), todo por el módico precio de 0 rúpias, es decir, gratis. Así que nos quedamos. Además tienen la costumbre de comer todos juntos, así que dentro del templo hay un comedor gigante donde sirven comida (Thalis) y té las 24 horas del día, y también gratis (todo funciona a base de donaciones). Es espectacular ver la organización que hay para servir unas 30.000 comidas al día, y cómo vas pasando por todos los pasos (una especie de cadena). En el comedor hay que sentarse en el suelo en unas alfombrillas kilométricas. En el templo hay que entrar con la cabeza tapada y descalzo.


El Golden Temple en sí es muy bonito, otra de las cosas que más me han gustado de la India. Además es espectacular entrar en él y sentir el ambiente que se respira, lleno de peregrinos y una especie de sacerdotes rezando y cantando todo el día. Vale la pena estar un par de días como mínimo. Por 50 rúpias por persona nos llevaron en furgoneta a la frontera con Pakistán, donde los dos ejércitos hacen una ceremonia para demostrar su poderío ante el otro (curioso, pero nada más).
De Amritsar fuimos a Dharamsala en bus, el único medio de transporte que nos quedaba por probar. Por 150 rúpias fuimos hasta Mc Leog Ganj (6 horas y media de viaje... soportable), un pueblecito pequeño a 14 km al norte de Dharamsala donde vive exiliado el gobierno tibetano desde la ocupación del Tibet por China hace unos 50 años. Es por ello que aquí vive tambien el Dalai Lama. Es un pueblo tranquilo, con ambiente tibetano (y por lo tanto Budista) y algo turístico, donde se come super bien y desde donde se divisan las primeras montañas del Himalaya. Encontramos un hotel por 100 rúpias la noche cada uno en habitación doble, con lavabo y agua caliente. Fuimos a la residencia del Dalai Lama a ver si podíamos verle, pero nos dijeron que nos había dado plantón y estaba en Italia. Aun así nos dieron su tarjeta de visita (en la foto junto a su buzón).


También nos colamos en el horno donde preparan el pan de la residencia del Dalai, y nos dieron a probar lo que estaban haciendo (una especie de torta dulce bastante rica). Por la noche fuimos a tomar unas cervezas con Willy (una chica holandesa que habíamos conocido en Amritsar y a la que la noche anterior habíamos salvado de dormir al raso (a partir de las 22:30 cierran todos los hoteles y en el suyo no le abrían la puerta, así que la dejamos dormir en nuestra habitación). Ella vive en China desde hace 2 años y habla algo de chino, por lo que se puso a hablar con dos tibetanos que también hablaban chino y se juntaron a nosotros. Resulta que son refugiados y nos contaron como hace 3 años escaparon del Tibet cruzando el Himalaya casi con lo puesto. Uno de ellos salió con un grupo de 40 y llegaron 39, un amigo suyo nunca llegó. El otro tardó 28 días en cruzar el Himalaya andando y casi sin comida, bebiendo agua de la nieve. Ahora estan contentos en Dharamsala yendo al colegio (el gobierno indio les acoge, de hecho Dharamsala es la población con mayor concentración de refugiados tibetanos). Cuando les dijimos que iríamos a China y a lo mejor al Tibet en julio les faltó tiempo para apuntarnos los nombres de sus hermanos, sus teléfonos, su dirección y el nombre de su pueblo (a 3 días de Lhasa), para que vayamos, les llamemos y pasemos unos días con su familia, los cuales nos acogeran y nos acompañaran a visitar todo el Tibet (lástima que no es nada fácil llegar al Tibet actualmente, por las trabas que pone el gobierno chino).



De Dharamsala volvímos a Amritsar ya que teníamos el tren a Delhi desde allí y partimos hacia Singapur. Adios a la India... La verdad es que es un país que hay que ver, es espectacular en ciertos sentidos, pero ahora mismo estamos algo cansados y con ganas de cambiar de aires. Por cierto, antes de irme de Delhi me la jugué y me corté el pelo alli... por 50 rúpias! (salió mejor de lo esperado). Nos vemos en Singapur!

1 comentario:

  1. Jajaja, quins collons!!! Ho vas fer en una d'aquelles "peluqueries" al carrer? O tenia parets i sostre?
    De totes maneres, molt bona!

    Eps, comenta algu de Singapur o d'on sigueu ara!

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