En Orchha desayunamos con dos americanos, padre e hijo. El hijo trabaja desde hace dos años en Chengdu, China, así que nos dió sus datos de contacto por si coincidimos por allí. El padre me estuvo contando que trabajó durante media vida para la armada norteamericana y destinado en Alemania desde los años 60, es decir, estuvo allí en plena guerra fría con Rusia. Además de contarme alguna batallita me contó cómo su mujer tuvo que ir por su cuenta a Alemania a buscar trabajo de enfermera para poder estar juntos. Ya por la noche, después de cenar en un restaurante local conocímos a un chico indio que nos invitó a su casa. Fuímos dos chicas francesas, un australiano y nosotros y nos trataron muy bien, nos presentó a toda su familia y nos dió de cenar otra vez (un Thali casero!). El australiano, que lleva viajando tres años seguidos y que ha estado en India ya unas 30 veces, me explicó que se dedica a comprar joyas para luego venderlas en su país. Me comentó que el mejor país para comprar es Tailandia, por la gran calidad y bajos precios (viaja con su esposa que es gemóloga, así que sabe lo que compra…).
En Kajuraho estuvímos toda una tarde paseando por el pueblecito antiguo con unos niños locales. Nos enseñaron su colegio y donde hacen las Chapatti (el pan aquí, una especie de tortas muy finas con las que se alimenta media población). Al día siguiente intenté colarme en los templos pero me pilló un guardia que iba a mear justo cuando estaba a punto de saltar la valla (cuando se viaja un año hay que intentar optimizar el presupuesto, jeje), así que me tocó pagar las 250 rúpias de la entrada (nada impresionante a no ser que a uno le gusten los templos y curioso por las escenas eróticas esculpidas en la piedra).
Ya fuera de Kajuraho nuestro conductor nos dejó en Jhansi para coger el tren a Varanasi. Despues de 19 días con nosotros nos despedimos de Suresh (la verdad es que nos tocó un buen hombre, aunque no hablaba ni entendía demasiado el inglés). El tren... mejor de lo esperado, teníamos clase 3A, la segunda peor de las cuatro que hay con cama, y es suficiente. Te dan sábana, manta y hasta una toalla (así que no tuvímos que utilizar las sábanas que nos llevamos del último hotel por si acaso...), y está suficientemente limpio para lo que es India.
Ojuuuuuuuuu quan arribeu a Austràlia, que han prohibit endobar ovelles:
ResponderEliminarhttp://www.flickr.com/photos/35454201@N07/3283904797/
Alerta!!!
Ehem ehem..això de robar llençols d'un hotel a la Índia....quins xungos!!! Només s'accepta si és cadena americana, tipus Hilton. ;-)
ResponderEliminarQuina enveja....tornaria a la Índia ara mateix!!!
Apa, continueu gaudint de l'experiència, i aneu coneixent penya, que mola molt!!!