sábado, 21 de febrero de 2009

Singapore

Después de la India volamos hacia Singapore (con Singapore Airlines, impresionante servicio. A ver si tenemos suerte y cuando volemos de Hong Kong a Sydney via Singapore cogemos el Airbus 380, que hace esa línea precisamente).


Singapore es simplemente la ciudad "casi perfecta". Limpia, vaya, excesívamente limpia, ordenada, sin atascos en todas las calles, bastante tranquila para tener 4,6 millones de habitantes (76% aprox. orígen chino, 14% orígen malayo y 8% orígen indio), y bastante bonita en cuanto a infraestructuras (edificios y jardines). Es una ciudad hecha para comprar, está llena de fantásticos centros comerciales y se pueden encontrar buenas ofertas en ropa. La electrónica no es tan barata como parece a priori, aproximadamente un 20% menos que en Barcelona, incluso hay cosas al mismo precio. Se puede comer realmente barato en los Hawkers o en los Food Courts (son unos recintos llenos de minirestaurantes de todo tipo de cocina, china, koreana, tailandesa, malaya, indonesa, etc.). A partir de 1,5 euros. La comida media en un hawker cuesta unos 2-3 euros, cuando en India se podia comer bien por 1,5-2 euros (tambien comimos algunas veces por 30 céntimos).


Aunque todo el mundo dice que en Singapur con 2 o 3 días ya basta la verdad es que se puede estar algo más. Cosas a ver: Little India (teníamos el hostel allí, Footprint Hostel, totalmente recomendable, 9,7 euros la noche en habitación compartida con 6 literas), Chinatown, Orchard Road (calle llena de centros comerciales y tiendas), la isla de Sentosa (nuestro primer baño en la playa, es bonita, pero algo artificial; donde antiguamente se escondían piratas de todo tipo ahora se ven superpetroleros y barcos de carga inmensos en el horizonte), el Downtown, el zoo y sobretodo salir a tomar algo por la noche por Clarke Quay, zona de marcha muy recomendable llena de restaurantes y pubs. De todas formas salir es muy caro en Singapur, en Clark Quay llegué a pagar casi 9 euros por una pinta! También vale la pena subir al Swiss Hotel, uno de los rascacielos más altos de la ciudad. Diciendo que vas al restaurante de la planta 70 te dejan subir gratis, y desde allí se puede disfrutar de una panorámica de la ciudad. Sobre el hotel Raffles... esta bien el ambientillo, pero nada espectacular, esperaba algo más ya que en todos sitios pone que hay que visitarlo...

La verdad es que dan ganas de conseguir un trabajo y quedarse a vivir algún tiempo por aquí. Otra vez hemos conocimos a gente de todo tipo, de Nueva Zelanda, ingleses, australianos, un chico de Sri Lanka, Bryan y Andy que trabajan en el hostel y con los que salimos a tomar una cerveza y a Carlos y Jonathan, dos chicos que viven en tenerife y que estan viajando un par de meses por Asia con los que salimos a tomar algo un par de noches.


Singapore ha sido una especie de escala un poco larga hacia Bali, Indonesia. Lástima no haber coincidido (por un par de días) con el nuevo año chino, ya que parece ser que la ciudad se vuelca en celebraciones y vale bastante la pena verlo. Próximo destino: Indonesia.

miércoles, 18 de febrero de 2009

De la religión Sikh al Budismo

En Varanasi cogimos el tren a Amritsar, al norte de Delhi. 24 horas de viaje, aunque no se me hizo demasiado largo. En Amritsar no teníamos alojamiento reservado, pero nos habían dicho que dentro del recinto del Golden Temple se podia dormir muy barato. Así que fuimos hacia allí en un autobús gratis que hay entre la estación de tren y el templo.


El Golden Temple es como la Meca de la religión Sikh (en India cohabitan siete religiones). Fue creada hace unos 400 o 500 años y se basa en la creencia de que sólo existe un Dios (es igual como se le llame) y que todos los seres humanos son iguales ante sus ojos. Por este motivo dentro del Golden Temple tienen una especie de Guest House donde todos los peregrinos pueden dormir gratis (pero como siempre está lleno hay gente durmiendo por todos los rincones). Lo bueno es que hay una pequeña puerta escondida que es el Guest House para extranjeros, con unas 20 camas (más bien tablones de madera) con colcha, agua caliente todo el día e incluso una lavadora (la primera que he visto en la India), todo por el módico precio de 0 rúpias, es decir, gratis. Así que nos quedamos. Además tienen la costumbre de comer todos juntos, así que dentro del templo hay un comedor gigante donde sirven comida (Thalis) y té las 24 horas del día, y también gratis (todo funciona a base de donaciones). Es espectacular ver la organización que hay para servir unas 30.000 comidas al día, y cómo vas pasando por todos los pasos (una especie de cadena). En el comedor hay que sentarse en el suelo en unas alfombrillas kilométricas. En el templo hay que entrar con la cabeza tapada y descalzo.


El Golden Temple en sí es muy bonito, otra de las cosas que más me han gustado de la India. Además es espectacular entrar en él y sentir el ambiente que se respira, lleno de peregrinos y una especie de sacerdotes rezando y cantando todo el día. Vale la pena estar un par de días como mínimo. Por 50 rúpias por persona nos llevaron en furgoneta a la frontera con Pakistán, donde los dos ejércitos hacen una ceremonia para demostrar su poderío ante el otro (curioso, pero nada más).
De Amritsar fuimos a Dharamsala en bus, el único medio de transporte que nos quedaba por probar. Por 150 rúpias fuimos hasta Mc Leog Ganj (6 horas y media de viaje... soportable), un pueblecito pequeño a 14 km al norte de Dharamsala donde vive exiliado el gobierno tibetano desde la ocupación del Tibet por China hace unos 50 años. Es por ello que aquí vive tambien el Dalai Lama. Es un pueblo tranquilo, con ambiente tibetano (y por lo tanto Budista) y algo turístico, donde se come super bien y desde donde se divisan las primeras montañas del Himalaya. Encontramos un hotel por 100 rúpias la noche cada uno en habitación doble, con lavabo y agua caliente. Fuimos a la residencia del Dalai Lama a ver si podíamos verle, pero nos dijeron que nos había dado plantón y estaba en Italia. Aun así nos dieron su tarjeta de visita (en la foto junto a su buzón).


También nos colamos en el horno donde preparan el pan de la residencia del Dalai, y nos dieron a probar lo que estaban haciendo (una especie de torta dulce bastante rica). Por la noche fuimos a tomar unas cervezas con Willy (una chica holandesa que habíamos conocido en Amritsar y a la que la noche anterior habíamos salvado de dormir al raso (a partir de las 22:30 cierran todos los hoteles y en el suyo no le abrían la puerta, así que la dejamos dormir en nuestra habitación). Ella vive en China desde hace 2 años y habla algo de chino, por lo que se puso a hablar con dos tibetanos que también hablaban chino y se juntaron a nosotros. Resulta que son refugiados y nos contaron como hace 3 años escaparon del Tibet cruzando el Himalaya casi con lo puesto. Uno de ellos salió con un grupo de 40 y llegaron 39, un amigo suyo nunca llegó. El otro tardó 28 días en cruzar el Himalaya andando y casi sin comida, bebiendo agua de la nieve. Ahora estan contentos en Dharamsala yendo al colegio (el gobierno indio les acoge, de hecho Dharamsala es la población con mayor concentración de refugiados tibetanos). Cuando les dijimos que iríamos a China y a lo mejor al Tibet en julio les faltó tiempo para apuntarnos los nombres de sus hermanos, sus teléfonos, su dirección y el nombre de su pueblo (a 3 días de Lhasa), para que vayamos, les llamemos y pasemos unos días con su familia, los cuales nos acogeran y nos acompañaran a visitar todo el Tibet (lástima que no es nada fácil llegar al Tibet actualmente, por las trabas que pone el gobierno chino).



De Dharamsala volvímos a Amritsar ya que teníamos el tren a Delhi desde allí y partimos hacia Singapur. Adios a la India... La verdad es que es un país que hay que ver, es espectacular en ciertos sentidos, pero ahora mismo estamos algo cansados y con ganas de cambiar de aires. Por cierto, antes de irme de Delhi me la jugué y me corté el pelo alli... por 50 rúpias! (salió mejor de lo esperado). Nos vemos en Singapur!

martes, 17 de febrero de 2009

Varanasi...y botellón en el Ganjes

En el tren a Varanasi conocimos a Anais y Laury, dos francesas que estan viajando durante 3 meses. Hemos conocido gente casi todos los días, algunos viajando un mes, otros 3 o 4 meses, un par de ingleses dando la vuelta al mundo en 6 meses, una pareja Americana (que nos dieron su contacto para cuando vayamos a Los Angeles) dando la vuelta al mundo en 7 meses, los belgas viajando en un Porsche Carrera hasta Beijing...etc. a veces cuando menos te lo esperas conoces a alguien y se gira una nueva aventura.

Varanasi... como todos los pueblos o ciudades del Rajasthan, aunque tiene el Ganges y lo que ello conlleva: toda una vida paralela a orillas del rio. Según la creencia Hindu se han de quemar los cuerpos de los fallecidos a las orillas del rio sagrado (en este caso el Ganges) para que alcancen el Nirvana. Después arrojan las cenizas al rio. Hay cinco casos en los que no se puede quemar el cadáver, cuando se trata de un bebé, una mujer embarazada, un enfermo de lepra, un muerto por picadura de serpiente...y otro que no me acuerdo. Como sólamente nos interesaba el rio cambiamos el hotel que teníamos por otro en el Harishchandra Ghat, a orillas del rio y desde donde pudimos ver las primeras cremaciones (desde el terrado del hotel). Por la tarde fuimos al Harikaranika Ghat, el más conocido por las cremaciones. Allí se queman cadáveres durante 24 horas y hasta 300 al día. Los familiares han de vestir el cadáver (diferentes colores y adornos en función de si es una mujer casada o no) y comprar la leña, unas 250 rúpias el kilo de la más barata y hasta 2.000 o 3.000 por la de mejor calidad.


Ya de noche subimos al terrado de uno dels hospicios que hay en el Ghat (en los hospiscios está la gente enferma o ancianos esperando a morir) y a una de las chicas francesas se le escapó el flash cuando hacía una foto....enseguida teníamos a los empleados del Ghat acorralandonos y diciendonos de forma algo agresiva que ibamos a tener serios problemas. Según ellos teníamos que pagar unas 2.000 o 5.000 rúpias por cabeza, y que la policía estaba viniendo. Al principio hubo unos cuantos minutos de tensión, pero después vimos que todo era un montaje para intentar que pagáramos algo de dinero. Al final y después de estar discutiendo (con algún que otro empujoncillo) durante más de media hora nos fuímos sin pagar una rúpia, aunque para pasar el susto tuvimos que ir a tomar una cervezas. Este no fue el caso pero nos ha pasado varías veces que la gente local nos confunde con policías (no se qué tipo de policía se creen que somos...). Algunas veces hemos parado por la carretera en un accidente o en una obra o poblado a hacer fotos y se nos acercaba la gente pero con algo de respeto. Nuestro conductor nos explicó riendo que el motivo era ese.

A la mañana siguiente conocimos a un grupo de 10 madrileños, Carmen, Maite, Carmen, Elena, Henar, Erica, Alvaro, Susana, Carlos y Alex, que estan acabando la carrera de arquitectura y tienen una beca para partipar en un proyecto de desarrollo urbanístico en una ciudad cerca de Mumbai. Estuvimos todo el día con ellos. Iban con un grupito de 3 o 4 chicos locales que los llevaban a todos sitios. Fuimos al Monkey Temple, a una tienda de "sedas" (famosas en Varanasi, aunque no sabemos muy bien si esta era buena o no) y a las ceremonias del Main Ghat. La idea era que después los chavales nos llevaban a cenar en bote a la otra orilla del rio (que esta desierta).
Durante las ceremonias Carmen se hizo amiga de 2 niñas pequeñas (10-12 años), y resulta que había un chico ruso acercandose mucho y acariciando una de ellas. Al preguntar a nuestros amigos locales nos explicaron que una de ellas se dedica a la prostitución, y el rusa trataba de irse con ella. Intentamos a toda costa que la niña viniera con nosotros a cenar para que no estuviera con el ruso, pero parecía difícil porque la niña tambien queria (por el dinero). Asi que en un momento dado cogimos al ruso por banda y Joan y Alex le empezaron a interrogar en plan quién era, qué hacia allí, y algo de discurso moral por lo que creíamos que intentaba hacer. Supongo que el ruso (28 años) se olió el problema (Joan incluso llego a amenazarle con buenas maneras) y nos dijo que pensaría en ello y se fue. La niña no entendía nada y se hechó a llorar. Más tarde vino su madre y se lió un buen follón, ya que estaba algo enfadada con nosotros, diciendo que quién éramos para decir lo que tenía que hacer su hija o lo que no. Lo bueno es que la gente local que había por allí se puso de nuestro lado y alguno nos dio las gracias. La niña se vino con nosotros a tomar un té, se hartó de llorar y después se fue a casa con su madre.A todo esto nuestros amigos los chicos locales nos estaban preparando la cena a orillas del Ganjes (ya era tarde para ir a la otra orilla del rio). Compraron para hacer chapati, dhal, verduras y arroz (vamos, el típico Thali), cervezas y whisky. Lo bueno fue cuando vimos que estaban amasando el chapati con agua directamente del Ganjes (dicen que el rio más contaminado del mundo, me podeis ver amasando en la foto de arriba)...buff, en ese momento nos reímos todos pero se nos quitó el hambe de golpe.

Tuvimos que decirles que no podíamos comer eso, y fueron a comprar otro quilo de chapati para amasarlo con agua mineral. Fuimos a cenar dentro del bote de uno de ellos (amarrado a la orilla del Main Ghat), y cuando estábamos dentro llegó un policía. Otro momento de tensión, se sentó y empezó a preguntarnos que qué hacíamos allí. Al final habló con uno de los chicos locales y se fue (está prohibido beber alcohol en las terrazas y por la calle, suerte que la caja de cerveza estaba escondida). Al final comimos el Thali y bebimos con los chavales, todavía no sabemos muy bien si la cena estaba hecha con agua del Ganjes o no, pero almenos Joan y yo no tuvimos ningún problema de estómago.

sábado, 14 de febrero de 2009

Madhya Pradesh y despedida de Suresh

Después de Agra bajamos a Orchha y Kajuraho, dos pueblecitos pequeños de la provincia de Madhya Pradesh. La verdad es que nos gustaron bastante, no porque tengan nada especial para ver sino por el ambiente tranquilo y paisajes de montaña.
En Orchha desayunamos con dos americanos, padre e hijo. El hijo trabaja desde hace dos años en Chengdu, China, así que nos dió sus datos de contacto por si coincidimos por allí. El padre me estuvo contando que trabajó durante media vida para la armada norteamericana y destinado en Alemania desde los años 60, es decir, estuvo allí en plena guerra fría con Rusia. Además de contarme alguna batallita me contó cómo su mujer tuvo que ir por su cuenta a Alemania a buscar trabajo de enfermera para poder estar juntos. Ya por la noche, después de cenar en un restaurante local conocímos a un chico indio que nos invitó a su casa. Fuímos dos chicas francesas, un australiano y nosotros y nos trataron muy bien, nos presentó a toda su familia y nos dió de cenar otra vez (un Thali casero!). El australiano, que lleva viajando tres años seguidos y que ha estado en India ya unas 30 veces, me explicó que se dedica a comprar joyas para luego venderlas en su país. Me comentó que el mejor país para comprar es Tailandia, por la gran calidad y bajos precios (viaja con su esposa que es gemóloga, así que sabe lo que compra…).


En Kajuraho estuvímos toda una tarde paseando por el pueblecito antiguo con unos niños locales. Nos enseñaron su colegio y donde hacen las Chapatti (el pan aquí, una especie de tortas muy finas con las que se alimenta media población). Al día siguiente intenté colarme en los templos pero me pilló un guardia que iba a mear justo cuando estaba a punto de saltar la valla (cuando se viaja un año hay que intentar optimizar el presupuesto, jeje), así que me tocó pagar las 250 rúpias de la entrada (nada impresionante a no ser que a uno le gusten los templos y curioso por las escenas eróticas esculpidas en la piedra).


Ya fuera de Kajuraho nuestro conductor nos dejó en Jhansi para coger el tren a Varanasi. Despues de 19 días con nosotros nos despedimos de Suresh (la verdad es que nos tocó un buen hombre, aunque no hablaba ni entendía demasiado el inglés). El tren... mejor de lo esperado, teníamos clase 3A, la segunda peor de las cuatro que hay con cama, y es suficiente. Te dan sábana, manta y hasta una toalla (así que no tuvímos que utilizar las sábanas que nos llevamos del último hotel por si acaso...), y está suficientemente limpio para lo que es India.

viernes, 6 de febrero de 2009

Taj Mahal


…Impresionante! Espectacular! Ahora entiendo porqué está considerado una de las maravillas del mundo...Bueno no voy a contar demasiado, mejor ver las fotos.

Es un edificio fúnebre mandado construir por el emperador Shah Mahal en honor a su esposa favorita, la cual falleció durante un parto después de haberle dado 14 hijos. La construcción se inició en el año 1631 y tardaron 22 años en acabarlo. Costó 3 millones de rupias (más de 60 millones de euros en la actualidad) y trabajaron unas 20.000 personas.


Entrada: 750 rupias (algo caro para lo que es la India). Vale la pena entrar a las 7 de la mañana para ver amanecer (el amanecer empieza hacia las 7:10 y el sol ha salido totalmente a las 7:30).
Para mi es lo mejor que he visto en la India. Por cierto ya pasé un par de días con problemillas intestinales, aunque bastante leves. Ahora estamos en la estación de Jhansi esperando el tren nocturno hacia Varanasi (8 horas esperando y 12 horas en el tren). Nuestro primer viaje en tren por la India, y la verdad es que asusta un poco, por lo que hemos visto por aquí y lo que nos han explicado....Ya os contaré!

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mala suerte en Ranthambore

Despues de Jaipur bajamos hacia Ranthambore, famoso por el “Ranthambore National Park”, una reserva natural donde habitan tigres y centenaries de otras especies de forma salvaje. El parque tiene una superfície de unos 391 km cuadrados y no está delimitado de forma alguna, de hecho algún año los tigres han salido de sus límites a buscar alimento. Teníamos planeadas dos noches en el hotel Raj Palace, con habitaciones bastante justitas pero en medio de la naturaleza, con un buen césped donde tumbarse y piscina, aunque esta vez tampoco se podia ver el fondo, así que no nos atrevimos…(creo que el primer baño del viaje tendrá que ser en Bali). Por la mañana fuímos al safari y….un desastre! Nos levantamos a las 6:00, hubo retraso y no entramos en el parquet hasta las 8:00 y encima el safari fue demasiado rápido (algo más de hora y media). Además para más decepción no tuvimos la suerte de ver ningún tigre… Así que cuando llegamos al hotel nos quejamos a todo el mundo posible (al hotel, a la organización y a nuestro conductor….dos ingleses con los que fuímos tambien se quejaron). Para más presión le dije a nuestro conductor que para qué teníamos que estar otra noche allí sin nada que hacer, que nos llevara a ver Bundi (un pueblecito bastante bonito que hay a unos 200 km al sur de Ranthambore). La presión funcionó y al rato nuestro conductor nos dijo que había hablado con su jefe y que nos daban otro safari por la tarde (cada entrada debe costar unas 600-700 rupias). Así que volvimos a entrar (los ingleses no consiguieron nada y se fueron hacia Agra sin pagar la cuenta del hotel del enfado que llevaban encima). Por la tarde mucho mejor, a ruta mucho más bonita y unas 3 horas de safari pero…tampoco vimos ningún tigre esta vez. Vimos un montón de animales (ciervos, antílopes, jabalíes, pájaros, cocodrilos pequeños…) pero la verdad es que únicamente vale la pena bajar a Ranthambore si consigues ver tigres en estado salvaje.

Al cine en Jaipur

Jaipur es la ciudad mas importante del Rajasthan. Como todas las ciudades de la India es bastante agobiante, sobretodo si no estas cerca de la zona turística. Estuvimos en uno de los mejores hoteles que hemos tenido hasta ahora, pero aun así no es demasiado agradable salir a la calle a dar un paseo (hicimos una ruta rápida por la ciudad viendo todo lo que hay que ver, el Palace, el Water Palace, Monkey Temple, Pink City, etc.). Por la tarde decidimos ir al cine. Buscamos uno local (“Space”) y fuimos a ver que había. Preguntamos a la gente que estaba en la cola y finalmente decidimos ver “Slumdog”, una película de producción inglesa pero filmada en India, con actores indios y en hindi. La película... buenísima! Recomendable 100%. Historia de amor muy bonita que muestra la vida de la India pobre de manera bastante realista. Aunque la vimos en hindi la historia se sigue muy bien (no es el típico musical de Bolliwood; estilo occidental). Por lo que dicen por aqui (por ahi estareis mucho más enterados) esta nominada a 10 óscars. La entrada al cine, 85 rupias; hay cuatro precios en función de donde te sientes, cogimos el segundo más barato y nos sentamos en el centro de la sala.