viernes, 25 de septiembre de 2009

Empieza la ruta por Nueva Zelanda


Nueva Zelanda es uno de los países que tenía más ganas de visitar. Primero porque todo el mundo me había dicho que es espectacular y segundo porque venían amigos a juntarse conmigo (Mireia, Ana y Bernat desde Barcelona y Nina, la chica francesa que conocí en Laos hace unos meses).
Así que alquilamos una autocaravana, de las más grandes que hay, y nos lanzamos a la carretera desde Christchurch. Después de una cenita para celebrar el cumpleaños de Bernat nos fuímos hacia Banks Peninsula a pasar la noche y paramos a la orilla de un lago donde continuamos con las celebraciones en un paraje super bonito y a la luz de las estrellas. Lo que no sabíamos es que Bernat iba a tener un regalo de cumpleaños algo especial, ya que sin comerlo ni beberlo (bueno bebiendo algo de vino antes, eso debió ayudar) apareció tirado en la orilla del lago con una herida muy fea en la cabeza, tan fea que se le veían hasta las ideas (más bien pocas en ese momento), por lo que tuvimos que llamar a la ambulancia y volver pitando hacia el hospital de Christchurch. Al final unas cuantas heridas, fractura craneal incluida, y un ojo hinchado y morado por el golpe en la frente. Dos días en el hospital que los demás aprovechamos para visitar Banks Peninsula y los pinguinos y focas de Oamaru.

Una vez dado de alta el "paciente" nos fuímos hacia Arthur Pass para pasar a la costa oeste de la isla sur (dado que sólo teníamos carnet internacional de conducir Bernat y yo me iba a tocar conducir a mi solito durante los primeros ocho o nueve días...). Encontramos nieve y lluvia asi que pasamos bastante de largo y paramos la primera noche a dormir en Punakaiki (Pancake Rocks). Allí empezamos a darnos cuenta de que el tema de la caravana no es tan idílico como algunos pensábamos. A parte de que no en todos sitios se puede parar a pasar la noche (me refiero en la autocaravana, sin entrar a un camping), la batería hacía cosas extrañas y para colmo parecía que había goteras cuando llovía, sobretodo en la cama de la parte de atrás. Al final todavía no tengo del todo claro que la opción autocaravana salga más económica que la opción coche y dormir en hostels (de todas formas si se duerme casi siempre fuera de campings y se cocina dentro de la caravana entonces parece que sí sale mejor), aunque yendo cinco la verdad es que la autocaravana es más acogedora y permite cierta flexibilidad, en el sentido de que vamos todo el día juntos (y más cómodos que en un coche), puedes parar a comer o dormir donde y cuando quieres y dispones de nevera y armarios para guardar comida y no tener que hacer y deshacer equipaje cada día.

Después de visitar los Pancake Rocks y Blowholes bajamos toda la costa parando en los glaciares de Frank Joseph y Fox, Okarito y algunas fotos del Lago Wanaka y del Hawea en el Haast Pass(aunque los glaciares son también bonitos no fue hasta el Haast Pass donde empecé a sentirme verdaderamente maravillado con el paisaje). Esa noche dormimos en un parking en Queenstown (parada técnica, está previsto que volvamos a parar de subida) y la mañana siguiente partimos hacia Fiorland, hacia Milford Sounds concretamente.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Cruzando el desierto hasta Alice Springs

Después de un par de noches en Adelaide y una excursión a Barossa Valley, una de los zonas de Australia donde mejor vino se produce (visité 4 bodegas, con 7-10 catas en cada una...), salí otra vez en ruta hacia Alice Springs. La excursión duraría siete días y a través del desierto, y la verdad es que fue absolutamente genial!

Al dejar atrás Adelaide el paisaje (y la temperatura) van cambiando progresivamente, del verde al amarillo y más adelante a un tono rojizo . De todas formas la primera noche aún disfrutamos de bastante vegetación en Flinders Ranges National Park, donde vimos pinturas aborígenes y más canguros y wallabíes (mamífero de la familia de los canguros, es como éstos pero más pequeño). Al día siguiente y después de algunas paradas en poblaciones minúsculas (una gasolinera, una tienda y dos casas, eso es un pueblo en el desierto) nos adentramos en el Oodnadatta Track, que es la ruta que vamos a seguir durante parte de la excursión. Para mi sorpresa se trata de una carretera sin asfaltar que atraviesa el desierto (un antiguo camino), por donde pasan incluso camiones (los famosos Trenes de la Carretera, camiones que llevan dos o tres remolques, aunque el récord creo que está en unos quince!).

Estamos ya en pleno desierto, un tipo de desierto con arena rojiza y lleno de arbustos (de vez en cuando algún árbol), algunas formaciones rocosas y de vez en cuando algún canguro o avestruz (de hecho el paisaje se parece bastante al de los dibujos del Coyote y el Correcaminos). El cielo es espectacular, de un azul intenso que contrasta con el blanco de las nubes y el rojizo de la arena, me impacta bastante, creo que nunca había estado rodeado de desierto. Y realmente estamos rodeados, ya hemos hecho cientos de kilómetros en medio de la nada, y para colmo esa noche acampamos ahí, en medio de la nada, valga la redundancia! (ni camping, ni lavabos, ni agua, ni nada!). El mini bus se mete "campo" a través y cuando encontramos un sitio que nos parece adecuado (todos los sitios son iguales, es desierto!) paramos y preparamos la acampada. No llevamos tiendas ni falta que hace, pero sí que tenemos unos sacos especiales de intempérie que abrigan bastante, porque aunque la temperatura durante el día es cálida (estamos en invierno así que no es tan extrema, hace calor pero se aguanta bien) por la noche puede bajar hasta los cinco grados. Preparamos la cena en un hornillo y a dormir bajo las estrellas, un cielo estrellado espectacular, de los más impresionantes que he visto nunca (al nivel de los mejores en Peroniel!). Nunca había dormido al raso antes (bueno técnicamente... he pasado un par o tres noches en estaciones de autobuses o similar...), y la verdad es que cuando me meto al saco y veo el espectáculo que tengo encima se me ponen los pelos de punta. Además la sensación de estar en medio de la nada, sin ruidos... genial!

Después de más kilómetros llegamos a Coober Pedy, el pueblo más importante de la zona con unos 3.000 habitantes. Poblaciones más grandes que esten cerca: 800 km. al sur Melbourne y 600 km. al norte Alice Springs... vaya como os decía, nada alrededor. El panorama es curiosísimo, resulta que la zona es uno de los mejores lugares del mundo para encontrar ópalos, y resulta que no hay método científico para buscarlos, es decir, es cuestión de suerte, estan a unos 10-15 metros bajo el nivel del suelo, se hace un agujero y se van excavando pasillos como en cualquier otra mina y de vez en cuando, oh! suerte!. Así que el pueblo está formado por buscadores de fortuna, que se pasan el día haciendo agujeros y excavando (no hay empresas, por lo que decía antes, no sale rentable por lo recóndito del lugar y por lo inpredecible del éxito). Aquí la gente vive bajo tierra, sí, habéis leido bien. El termómetro sobrepasa fácilmente los 40 grados en verano (alguna vez ha llegado a 64 grados) mientras de noche y en invierno puede bajar a los 5 grados. Es por ello que excavan pisos enteros debajo de las formaciones rocosas del lugar, donde se disfruta de una tempratura constante durante todo el año de 22 grados. Estuvimos visitando uno, espectacular, con su parquet, TV de plasma, etc. todo bien equipado, y por lo que nos dijeron es una de las zonas más baratas de Australia para hacerse uno (no me extraña). Resulta que está prohibido buscar ópalos dentro del término municipal, únicamente es legal si estas ampliando tu piso y encuentras alguno... Os podéis imaginar que las ampliacones de pisos bajo tierra estan a la orden del día, hay una mujer que tiene ya un piso de 21 habitaciones, y vive sola! Visitamos también una mina con algunos ópalos todavía en una pared y a dormir en un hostel bajo tierra (hasta las iglesias son subterráneas). Viendo el paisaje y la forma de vida no resulta extraño que por aquí (o alrededores) se filmaran películas como Mad Max, Pitch Black, Planeta Rojo, etc.

Un día y medio más de autobús (con algunas paradas interesantes como unas fuentes naturales en medio del desierto - nos bañamos en una -, visitas a gente que vive por allí - un freak -...) y llegamos al Uluru - Kata Tjuta National Park. Uluru (Ayers Rock) y Kata Tjuta (Olgas) son dos formaciones rocosas (de hecho Uluru es geológicamente hablando una roca, no es una formación de ellas) que tienen un sigificado espiritual importante para la gente aborígen del lugar. Se estima que viven unos 400.000 aborígenes en Australia, los que no hayáis estado por aquí los habréis visto en algún documental por la TV, tienen la piel de color y el pelo sorprendentemente rubio, además de unas facciones y un tipo bastante curioso (o diferente). Para ellos Uluru y Kata Tjuta son totalmente sagradas, aún hoy las utilizan para sus rituales de iniciación y demás (Uluru básicamente para las mujeres y Kata Tjuta para los hombres), y es un sacrilegio fotografiarlas (algunas partes) o escalarlas. Es por ello que mantienen una tensión constane con el gobierno Australiano que aún hoy permite subir a Uluru, aunque cada vez más está delimitando las zonas de visita teniendo en cuenta las creencias aborígenes y mostrando cierto respeto a las mismas.

La verdad es que a mi me fascinaron las dos, vi Kata Tjuta al amanecer e hicimos el camino del Valle de los Vientos por el interior (unos 7,5 km.), y vimos Uluru al amanecer, mediodía, atardecer y de noche, además de que dimos la vuelta a la roca por la base, más de 9km. (no la escalé). Es mágico, ha valido la pena venir hasta aquí, hay gente que me había dicho que es simplemente "una roca", a mi me parece espectacular. Todavía nos quedará un día para ver el Kings Canyon (bastante impresonante también) y llegar a Alice Springs. Vaya, yo que pensaba que Australia iva a ser un puro trámite para descansar y no hacer demasiado y me ha sorprendido completamente, la verdad es que vuelvo para Sydney encantado de haber hecho esta ruta (recomendadísima como viaje atípico).

jueves, 17 de septiembre de 2009

De Melbourne a Adelaide

Tres días y dos noches para hacer el recorrido... Precioso! Estoy muy contento de haber contratado esta excursión y eso que no ha hecho más que empezar. Básicamente haremos la Great Ocean Road (el punto más conocido son los 12 Apóstoles) y el Grampians National Park.

Ya antes de llegar a Australia tenía obsesión por ver la Great Ocean Road y la verdad es que no sé porqué, ya que no es ni mucho menos uno de los lugares turísticos típicos de Australia. De todas formas a mi me gustó mucho, no es más que una carretera que transcurre cerca de la costa, donde se puede ir parando en algunos puntos específicos a contemplar playas o acantilados impresionantes. El paisaje en tierra es precioso, todo llenos de verdes praderas llenas de rebaños de vacas y ovejas, todo cuidadísimo. De todas formas uno de los puntos culminantes de la Great Ocean Road no iva a ser la costa en sí, ni los 12 Apóstoles, sino el par de horas que paramos en un bosque de eucalyptos para intentar ver koalas en su hábitat... y vaya si los vimos! Estaba lleno! Todos están agarrados a una rama de un árbol y se pasan el día durmiendo o comiendo, y aunque parecía que no íbamos a ver ninguno de cerca al final uno despertó de su letargo y empezó a bajar y subir por la rama mientras comía hojas. Fue sensacional! Menuda emoción! Creo que ver koalas era lo que más ilusión me hacía, pero no pensé que iva a verlos en su hábitat y de tan cerca.

A parte de a ver los koalas paramos en Bells Beach (playa surfera), Bay of Martirs, el London Bridge, Port Campbell y por supuesto a ver los 12 Apóstoles. Impresionante puesta de sol (también volvímos para el amanecer). El Grampians National Park también es muy bonito, vistas espectaculares a unos bosques bajos inmensos, y algunas formaciones rocosas típicas de Australia (Hollow Mountain). De todas formas lo que más me gustó otra vez no fue el parque en sí, sino que en una de las paradas vímos cantidad de canguros (en su hábitat otra vez, esto ya no es tan difícil ya que Australia está plagado de canguros) y pude acercarme a alguno de ellos. Otra vez sentí una gran emoción, otra de las cosas que había que ver en este país.

Para mi sorpresa la comida en la excursión (está todo incluido) no está nada mal, de hecho puedes hartarte en desayunos, comidas y cenas, así que estoy recuperando algo del peso que había perdido en Asia. Incluso comí carne de canguro, buenísima!

domingo, 6 de septiembre de 2009

Ya estoy en Australia!

Pues sí, ya he cambiado de país y de continente. Y de ambiente, menudo cambio! Sidney es una ciudad encantadora, limpia, ordenada, la gente es agradable, buen tiempo (estamos a finales de invierno pero se puede ir en manga corta algunos días)... vaya que parece una ciudad donde vivir bastante bien. Además se pueden visitar casi todos los puntos turísticos caminando. Aquí los hostels son algo diferentes, algunos muy grandes, muy cuidados y con zonas comunes y cocinas inmensas. Ya soy fan de Woolworths o Coles, dos cadenas de supermercados de comida y demás que tienen su propia marca (marca blanca). Compro comida y cocino casi todos los días, por fin se puede comprar de todo y a precios muy bajos. Esto último en cuanto a comida en el supermercado, porque para el resto de cosas el cambio respecto a Asia ha sido importante. Dormir en Sidney cuesta como mínimo 20 dólares australianos (1AUD = 1,7 euros aprox.), con promociones o descuentos ya que sino por menos de 23 AUD no hay casi nada (estoy hablando siempre de la habitación compartida más grande, 28, 16 u 8 camas, las más baratas). Internet es caro, desde 1,5 AUD por hora (buscando mucho, porque lo normal es pagar 4 AUD), las lavadoras son caras, comer en restaurantes es caro... vaya que creo que estaba muy bien acostumbrado a Asia en este sentido (de todas formas los precios siguen siendo algo más bajos que en Europa).

Australia tiene fama de ser uno de los paraísos para los backpackers. Sí que es verdad que el país está muy bien preparado para recorrerlo ya sea en coche, furgoneta o mediante viajes organizados, pero vaya, como cualquier otro país desarrollado y turístico. De hecho lo que hay en Australia es una industria turística alrededor de los backpackers muy bien organizada y pendiente del negocio más que de otra cosa. El tipo de backpacker que se encuentra por aquí es muy diferente al que había por Asia. La mayoría que yo me he encontrado son de la mitad norte de Europa o Norteamérica (ingleses, franceses, holandeses, alemanes, escandinavos, canadienses, etc.), es decir, de poder adquisitivo alto (o sus familias quizá, ya que ellos siempre se autodefinen como mochileros pobres que tienen que trabajar para pagarse las copas que se tomarán por la noche), mucho backpacker adolescente o postadolescente básicamente interesado en salir cada tarde-noche a beber y a ligar. Lo que para muchos es la Tierra Prometida no deja se der un país con buen tiempo casi todo el año y donde los angloparlantes no encuentran ninguna dificultad con el lenguaje (después comentaré algo más sobre este tema). Así ell@s se creen en la onda del mochileo y Australia mientras se nutre de trabajadores a bajo coste (la mayoría de trabajos de bajo nivel) y de un negocio importante alrededor del turismo joven (además de que el poco dinero que ahorran trabajando se lo van a gastar en el mismo país, así que la jugada es redonda). Sinceramente no me gustó demasiado este tipo de ambiente (o no me integré) así que me dediqué a ver la ciudad y poco más, y después de unos días me fui para Melbourne (que conste que estoy generalizando, que quede claro que hay viajeros de todas las nacionalidades, estilos, etc.).

En Melbourne más de lo mismo, buenos hostels, buen ambiente en el centro de la ciudad, parece una ciudad muy "vivible"... Pero después de una semana por allí sin hacer nada ya me estaba aburriendo así que decidí aprovechar el tiempo en Australia para ver algunas cosas. Y eso hice, visto que iva a ser difícil encontrar gente para compartir coche de alquiler (es invierno por el sur y por lo tanto temporada baja, la gente está por la costa este), me fui a una agencia de viajes y contraté una excursión de diez días de Melbourne a Alice Springs. Cabe destacar que Australia es un país joven (dejando a un lado la cultura aborígen) ya que la influencia europea (o invasión europea) no tiene más de 200 años, por lo que un edificio o ruinas de esa edad te las muestran como algo muy antiguo.

La verdad es que no me esperaba que el acento australiano fuera tan difícil. Pues lo es, al igual que el neozelandés, no hay quien los entienda. Como comentaba anteriormente cada vez tengo más claro que los angloparlantes se encuentran aquí de fábula ya que los australianos hablan su idioma (parte de Australia es una ex-colonia británica). Y es que no os podéis imaginar la cantidad de gente (me refiero a angloparlantes nativos, por supuesto) que todavía piensa que el inglés es la "única lengua en el mundo", o que todo el mundo habla o debería hablar inglés... pues sí. No son pocas las veces que en Asia estaba en una tienda, estación de tren, etc. y un angloparlante a mi lado pidiendo alguna cosa en inglés y la persona local no le entendía... pues lo único que saben hacer es repetir lo mismo pero más alto (pero chico no ves que no habla inglés o no entiende tu acento?). Igual que cuando hablas con alguien que tiene un acento que a veces no lo entienden ni los propios angloparlantes de otros países (ejemplos: algunos irlandeses, escoceses, neozelandeses, ingleses), lo normal es que no hagan ni el más mínimo esfuerzo para que les entiendas. No se dan cuenta de que el que está haciendo el esfuerzo de hablar su idioma eres tú, no ellos, incluso cuando les preguntas "Sabes cuáles son las lenguas más habladas del mundo según el número de nativo parlantes?" mmmmm, inglés? (responden todavía algunos ineptos). Pues no, la primera es el Chino, y la segunda es el castellano (según algunos rankings). "Ahhh, y eso?"... Pues aunque no lo creáis todavía hay gente (europeos me refiero) que no sabe que en casi toda sudamérica y centroamérica se habla castellano... Anyway, yo no tengo problemas, hablo inglés y otras lenguas, el problema lo tienen ellos. Cada vez que me encuentro con gente española o de sudamérica hablo castellano (o catalán si se da el caso) sin tapujos esté quien esté delante, el que no me entienda que lo aprenda. Se nota que estoy algo harto del inglés?

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Macau y Hong Kong


Macau y Hong Kong son dos excolonias (portuguesa e inglesa respectivamente) que han sido recientemente ˝devueltas˝ a China. De hecho las dos son bastante autónomas, ya que sólamente dependen de China para Asuntos Exteriores y Defensa, por lo cual que cada uno decida si los considera como países independientes o no (oficialmente no lo son, quedan dentro de la política o acuerdo de “un país, dos sistemas”).

Llegué a Macau en autobús desde Guangzhou y después de pasar la frontera crucé la ciudad caminando para buscar alojamiento barato. La verdad es que el cambio de precios en relación con China es considerable. Encontré alojamiento en Augusters Lodge, de lo más económico de la ciudad, y aún así pagué 120 HKD (aunque la moneda oficial de Macau es la Pataca – 1€ = 11 Patacas aprox. - se utiliza más el dólar de Hong Kong – 1€ = 10,5HKD aprox. -), unos 11 euros por noche, que comparado a los máximo 5 o 6 euros que pagaba en la parte más cara de China es mucho. Para comer, el plato más económico cuesta unos 20HKD (unos 2€), así que aquí ya si que empieza a ser más barato comprar comida en un supermercado o incluso en las cadenas de Fast Food (he comido más veces en el McDonalds en los días que he estado en Macau y Hong Kong que en muchos años).

Macau es actualmente famosa gracias al juego, el cual es totalmente legal mientras en China (o en el “resto” de China) no. Eso provocó la llegada progresiva de complejos hoteleros y casinos hasta el punto de que hoy en día está considerada el “Las Vegas de Asia”, incluso parece ser que genera más ingresos que ésta. La mayoría de grandes casinos de Las Vegas están también en Macau, además de los tradicionales de la ciudad, como el Casino Lisboa que fue el primero de todos (ahora a parte del edificio tradicional hay una ampliación inmensa al lado llamada Grand Lisboa, uno de los emblemas de Macau). Así que me fui a dar una vuelta y a probar algo de suerte al MGM Grand Macau, Grand Lisboa (donde me senté a jugar un par de campeonatos de PokerStars – modalidad Texas Hold'em sin límite -, casi todas las manos acaban en all in, gané alguno pero no duré demasiado...), Venetian (impresionante, es una réplica de la Plaza de San Marco y las calles venecianas, incluso puedes darte un paseo en góndola por los canales), Hard Rock, etc.. La verdad es que los casinos son inmensos, y la mayoría estan abiertos las 24 horas del día, pero les falta algo de glamour o almenos eso me pareció a mi. En Macau la gente entra a los casinos como quien entra a un centro comercial, ni te piden identificación ni nada, ni siquiera me hicieron dejar la cámara de fotos en la entrada. La ciudad en sí tiene un aire portugués, de hecho me recordó bastante a Lisboa. Es bonita (el centro) y agradable de visitar, aunque en un par de días está todo visto si uno no está interesado en el juego.

De Macau pasé a Hong Kong en ferry (155HKD), directamente a la isla de Kowloon para buscar alojamiento barato (la principales islas son Hong Kong y Kowloon, las dos al lado y conectadas por metro). Fui directamente a Chung King Mansion, un edificio famoso en Hong Kong por disponer de cientos de hostels en su interior y por ser de lo más económico de la ciudad. Los precios oscilan entre 80 y 120HKD, y la verdad es que los sitios más baratos son algo básicos. No en vano el edificio fue designado en su día para pisos baratos destinados a un segmento de la población con poder adquisitivo bajo, y mejor no os cuento el estado del mismo y de algunas de las habitaciones y lavabos (aún así se encuentra en una zona privilegiada de la ciudad). En el primer sitio donde dormí me dediqué parte del tiempo a matar cucarachas y otros bichos en la habitación... Además el ambiente es curioso ya que en el lugar viven indios, paquistanís, árabes, africanos, asiáticos... y turistas occidentales en busca de alojamiento barato (en un mismo ascensor puedes juntarte con gente de distintas razas y procedencia variada). Yo después de tantos meses en Asia no me sentí incómodo, pero os aseguro que muchos no querríais dormir allí. La verdad es que Hong Kong me gustó bastante, es impresionante el skyline visto desde Kowloon o desde el pico Victoria y caminar por sus calles llenas de tiendas y carteles iluminados. Allí me junté con Alejandro (americano de orígen mejicano que conocí en Macau), Arturo e Iván (dos locos viajeros de Valladolid) durante un par de días, recorrimos juntos las calles y subimos a un par de rascacielos (al Financial Centre y al Bank of China).

Por fin me voy de Asia! Mientras voy en el autobús hacia el aeropuerto recapacito sobre los siete meses anteriores y casi no me creo la cantidad de sitios, experiencias y gente diferente que he visto, vivido o conocido. La verdad es que Asia es apasionante, y aunque me ha agotado mentalmente creo que la voy a echar de menos. Aunque os cuente un poquito de lo que veo y lo que siento se me hace muy difícil describir completamente cada lugar, su ambiente, sus gentes, sus olores, colores, las sensaciones, etc. Creedme si os digo que hay muchísimo más de lo que aquí cuento o de lo que os pueda explicar cualquier viajero o agencia de viajes. Cada país tiene algo, y ese algo hay que comprobarlo in situ, porque lo que me impresiona a mí quizá no es lo mismo que le vaya a impresionar a otra persona ya que cada uno es sensible a diferentes aspectos o experiencias.

Me siento muy cansado, pero cuando ya estoy volando hacia Australia (vía Singapore, y los dos vuelos en el A-380 de Singapore Airlines, menudo bicho de avión, y menudo servicio que ofrece esta compañía) siento una ilusión renovada al pensar que cambio de país y a la vez de continente, y Australia ya me empieza a provocar algo de curiosidad. No llevo guía ni sé donde voy a dormir la primera noche en Sydney, pero si me he espavilado siete meses en Asia no me da ningún miedo Australia... Nos vemos en Oceanía!


martes, 1 de septiembre de 2009

Las grandes ciudades del este

Beijing (o Pekín), en la provinvia de Hebei, es la capital de la República Popular China. Con una población de unos 13 millones de habitantes sólamente en el área urbana, yo pensaba que me iba a encontrar con una metropoli abarrotada y estresante. Pues nada de eso, almenos mi sensación no fue esa, es verdad que hay mucha gente, pero en ningún momento me sentí agobiado por la multitud, al contrario, me dio otra vez más sensación de tranquilidad que otra cosa. Estuvimos allí unos cuantos días ya que la ciudad y alrededores dan para mucho... para muchísimo!


Visitas obligadas que hicimos: la Ciudad Prohibida, Plaza de Tiananmen, el Palacio de Verano, la Gran Muralla (espectacular!, concretamente fuimos al acceso de Jinshanling y caminamos unos 8-10 km. por la muralla hasta el acceso de Simatai, recomendadísimo), caminar por algún Hutong (barrios antiguos típicos), el área olímpica (el estadio olímpico es muy bonito) y por supuesto las zonas de compras, impresionante zona comercial dedicada a la elcetrónica y los imprescindibles mercadillos de falsificaciones (fuimos al Silk Market y al Pearl Market). Además consigo arreglar mi cámara, por lo que todas las fotos vuelven a ser mías.

Cuando ya me había acostumbrado otra vez a viajar con un amigo, Edgar se tuvo que volver para Barcelona (fin de vacaciones), y la verdad es que me da bastante pereza seguir solo. Es como si volviese a empezar otra vez, decidir donde voy (porque desde Beijing tengo unos quince días para llegar a Hong Kong y todavía no he decidido por donde bajar...), donde alojarme, etc. Se me hace una montaña, menos mal que China me está gustando mucho y eso ayuda. Finalmente decido ir directamente a Shanghai, donde me alojaré en casa de mi amiga Fabiola (mejicana que conocí en Vietnam y que trabaja y vive en Shanghai).

Shanghai es la ciudad más cosmopolita de China (más de veinte millones de habitantes). Llena de rascacielos y de edificios residenciales, la verdad es que queda bastante poco de la China tradicional (los Yuyuan Gardens, el barrio antiguo y poco más). Así que durante una semana me dedico básicamente a descansar, a disfrutar de la buena compañía y a comer bien, es la primera vez que puedo ir a un supermercado y comprar cosas como carne, verduras, etc. Además Fabiola es una cocinera estupenda, y prepara platos mejicanos buenísimos!

De Shanghai decido irme a Guangzhou, ya que desde allí podré ir primero a Macau y después a Hong Kong, y la decisión resulta buena, ya que sin saberlo evito de casualidad a Morakot, el tifón que ha arrollado parte de Taiwan. De hecho en Shanghai lo notamos, incluso mi tren a Guangzhou sale con tres horas de retraso por su culpa, pero nada comparado con lo que se prevé en la provincia de Fujian, que era mi otra opción para bajar hacia el sur. Guangzhou es una de las ciudades más industriales de China, si alguien quiere hacer negocios tiene que ir allí, se nota que está lleno de gente de negocios. Me dedico otra vez a descansar y a pensar qué hacer en Australia, porque no tengo ni idea. Estoy tan cansado mentalmente que me planteo estar en Sydney o Melbourne sin moverme demasiado durante todo un mes. De momento me queda Macau y Hong Kong para cambiar de continente, aunque sé que voy a echar de menos Asia ya tengo ganas de bajar a Oceanía, llevo ya mucho tiempo por aquí.