Beijing (o Pekín), en la provinvia de Hebei, es la capital de la República Popular China. Con una población de unos 13 millones de habitantes sólamente en el área urbana, yo pensaba que me iba a encontrar con una metropoli abarrotada y estresante. Pues nada de eso, almenos mi sensación no fue esa, es verdad que hay mucha gente, pero en ningún momento me sentí agobiado por la multitud, al contrario, me dio otra vez más sensación de tranquilidad que otra cosa. Estuvimos allí unos cuantos días ya que la ciudad y alrededores dan para mucho... para muchísimo!
Visitas obligadas que hicimos: la Ciudad Prohibida, Plaza de Tiananmen, el Palacio de Verano, la Gran Muralla (espectacular!, concretamente fuimos al acceso de Jinshanling y caminamos unos 8-10 km. por la muralla hasta el acceso de Simatai, recomendadísimo), caminar por algún Hutong (barrios antiguos típicos), el área olímpica (el estadio olímpico es muy bonito) y por supuesto las zonas de compras, impresionante zona comercial dedicada a la elcetrónica y los imprescindibles mercadillos de falsificaciones (fuimos al Silk Market y al Pearl Market). Además consigo arreglar mi cámara, por lo que todas las fotos vuelven a ser mías.
Cuando ya me había acostumbrado otra vez a viajar con un amigo, Edgar se tuvo que volver para Barcelona (fin de vacaciones), y la verdad es que me da bastante pereza seguir solo. Es como si volviese a empezar otra vez, decidir donde voy (porque desde Beijing tengo unos quince días para llegar a Hong Kong y todavía no he decidido por donde bajar...), donde alojarme, etc. Se me hace una montaña, menos mal que China me está gustando mucho y eso ayuda. Finalmente decido ir directamente a Shanghai, donde me alojaré en casa de mi amiga Fabiola (mejicana que conocí en Vietnam y que trabaja y vive en Shanghai).
Shanghai es la ciudad más cosmopolita de China (más de veinte millones de habitantes). Llena de rascacielos y de edificios residenciales, la verdad es que queda bastante poco de la China tradicional (los Yuyuan Gardens, el barrio antiguo y poco más). Así que durante una semana me dedico básicamente a descansar, a disfrutar de la buena compañía y a comer bien, es la primera vez que puedo ir a un supermercado y comprar cosas como carne, verduras, etc. Además Fabiola es una cocinera estupenda, y prepara platos mejicanos buenísimos!
De Shanghai decido irme a Guangzhou, ya que desde allí podré ir primero a Macau y después a Hong Kong, y la decisión resulta buena, ya que sin saberlo evito de casualidad a Morakot, el tifón que ha arrollado parte de Taiwan. De hecho en Shanghai lo notamos, incluso mi tren a Guangzhou sale con tres horas de retraso por su culpa, pero nada comparado con lo que se prevé en la provincia de Fujian, que era mi otra opción para bajar hacia el sur. Guangzhou es una de las ciudades más industriales de China, si alguien quiere hacer negocios tiene que ir allí, se nota que está lleno de gente de negocios. Me dedico otra vez a descansar y a pensar qué hacer en Australia, porque no tengo ni idea. Estoy tan cansado mentalmente que me planteo estar en Sydney o Melbourne sin moverme demasiado durante todo un mes. De momento me queda Macau y Hong Kong para cambiar de continente, aunque sé que voy a echar de menos Asia ya tengo ganas de bajar a Oceanía, llevo ya mucho tiempo por aquí.
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