Está claro que La Paz no tiene mar, ni Bolivia tampoco (aunque el Lago Tititcaca se parece...), pero sí lo tuvo hasta el año 1879, cuando lo perdieron en la Guerra del Pacífico (Bolivia y Perú contra Chile).
Cada 23 de marzo se conmemora la batalla donde el comandante Eduardo Abaroa presentó resistencia con un centenar de combatientes a medio millar de soldados del ejército chileno. El comandante Abaroa cayó acribillado tras pronunciar su célebre negativa al pedido chileno de que se rindiera: ”¿Rendirme yo, cobardes? ¡Que se rinda su abuela!”.
Como mi apartamento en La Paz está al ladito de la Plaza Abaroa pude escuchar músicas y ruidos de desfiles. Así que bajé a la calle y me encontré con el desfile del Día del Mar, en el cual participan todas las fuerzas militares y de seguridad de Bolivia, así como otros cuerpos especiales.
Cada sección lleva su banda de música y todos van con los trajes de gala. Se rinde homenaje a las cenizas del comandante Abaroa, para lo cual se engalana la plaza y el monumento que hay en su honor.
En 1904 se firmó el tratado en el que Bolivia renunciaba a su territorio costero a favor de Chile (provincia de Antofagasta). En la actualidad existe un gran debate sobre este tema ya que Bolivia quiere revisar dicho tratado y conseguir tener acceso al mar, y no está dispuesto a aceptar algo que no sea disponer de un acceso soberano al océano Pacífico.
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